martes, septiembre 22, 2009

Yo compro aquí, pero…

Muchas campañas se han adelantado en Manizales para que la gente compre aquí, y en las últimas semanas pudimos ver otra impulsada por el gremio de los comerciantes y la administración municipal. Es definitivo para nuestra economía que nadie viaje a otras ciudades a hacer sus compras, porque hasta el último peso gastado por consumo debe quedar entre nosotros. En la actualidad hay poco dinero circulante debido al desempleo que no cede, la crisis económica mundial y los inconvenientes con los países vecinos, situación esta última que nos golpea de frente por tratarse de los mayores socios comerciales, razones todas estas suficientes para que vivamos una época de vacas flacas. Pero de altibajos se trata nuestra existencia y ya vendrán tiempos mejores.

Invertir y gastar en el terruño es regla de oro para cualquier ciudadano, pero hay que mejorar muchas cosas porque de seguir así cada vez será mayor la deserción hacia otras latitudes. El espíritu cívico prevalece hasta que al consumidor le tocan el bolsillo, porque si se entera de que en otra parte puede rendirle más la plata, hasta ahí le llega la solidaridad. El palo no está pa´ cucharas y cuando tantas familias hacen malabares para que el ingreso mensual alcance, cualquier atractivo que mejore el horizonte se vuelve muy interesante. Por ello nuestros comerciantes deben pellizcarse y dejar atrás las mañas y costumbres pueblerinas, porque el mundo evoluciona a pasos agigantados y al que se duerma lo deja el tren.

Cómo es posible que un sábado por la tarde en Manizales no encuentre usted dónde conseguir muchos productos, porque si va al centro de la ciudad la gran mayoría de los negocios están cerrados. La gente trabaja durante la semana y el sábado por la mañana lo dedica a descansar y a estar con la familia, para salir a eso del medio día a hacer las diligencias que tenga acumuladas. Seguro encuentra los supermercados abiertos para que haga el mercado, pero ni se le ocurra después buscar por ejemplo algún tipo de comercio especializado porque en las calles asustan. Encuentra dónde comprar mecato, chupar helados y tomar trago, pero de resto olvídese. Y aunque los centros comerciales ofrecen variada oferta, existe el agravante que muchos comerciantes cierran a medio día para irse a almorzar, con siesta incluida, y a las seis de la tarde proceden a cuadrar caja porque a las siete en punto bajan las persianas.

A nuestro hogar llegan promociones de los almacenes de grandes superficies de Pereira que ponen a pensar al consumidor. Es claro que si usted viaja específicamente a comprar no sale negocio porque los gastos de peajes, gasolina y cualquier bobadita que se le eche al buche encarecen de forma considerable la compra, pero si por cualquier circunstancia debe viajar a la ciudad vecina sí le sale muy favorable aprovechar dichas gangas. Sé de alguien que aprovechó una promoción de artículos para el aseo y hay que ver las diferencias tan grandes que encontró con lo que cuestan esos mismo artículos aquí, al comparar los precios por gramo o centímetro cúbico en cada uno de los productos. Otro gran almacén ofrece mercancías al por mayor y quien tenga un negocio puede conseguir allí unos precios muy favorables para surtirse.

Es común oír a la gente quejarse por las deficiencias que tiene nuestro comercio. Cuando hace un tiempo resolvimos cambiar de residencia y embarcarnos en un apartamento para estrenar, pudimos experimentar esas falencias en carne propia. La constructora cumplió con los plazos estipulados para la entrega pero cuando faltaba muy poco para finiquitar la obra, se presentó el paro de camioneros y ahí fue Troya. Como los sanitarios que escogimos no eran del modelo estándar que ofrecía el proyecto, al momento de instalarlos resultó que había que traerlos de otra ciudad. Entonces averiguamos en diferentes almacenes y aunque parezca increíble, en Manizales no había dos pinches escusaos comunes y corrientes; porque puedo asegurar que no se trata de algo lujoso o exclusivo. Los mesones para baños y cocina también eran “importados” de otra ciudad, y lo mismo pasó con el piso que quisimos instalar. Con la culequera que le da a uno por estrenar y debimos esperar un mes y medio a que llegaran los insumos, aparte de que para un detalle que faltaba en la carpintería también hubo que esperar a que los instaladores subieran de Pereira. Sobra decir que esos productos son adquiridos o contratados por fuera porque aquí son más costosos, o lo peor, no se consiguen.

Otro caso en que el civismo tiene sus límites es cuando de apoyar al Once Caldas se trata. Un equipo con ese rendimiento no es digno de una hinchada fiel y comprometida. Vi por televisión el primer tiempo del juego contra el Pereira y ante semejante derroche de chambonería, desidia y falta de profesionalismo preferí cambiar de canal. Cómo es posible que un equipo que es el actual campeón del fútbol colombiano disminuya su rendimiento hasta esos niveles. Los jugadores creen que ya cogieron el cielo con las manos, por lo que los deberían mandar a coger café un tiempo a ver si se espabilan; porque francamente da pena ajena presentarse en esas condiciones a competir en la Copa Libertadores. Prefiero que perdamos por doble u.
pmejiama1@une.net.co

1 comentario:

Jorge Iván dijo...

Pues Pablo, por aqui en Medellin siempre a la orden. Super e hipermercados, y cualquier tienda que se respete, tienen jornada continua de 8 a.m. a 9 p.m. 365 dias, incluido el 29 de febrero cuando le toque el turno, y con servicio a domicio 250 kilometros a la redonda, o sea que ahi cae tu apartamento.