viernes, julio 10, 2015

Volver en ‘no’.

Un problema complicado que enfrentamos es el de los virus que se presentan con cierta regularidad, los mismos que atacan a las poblaciones menos favorecidas que habitan tierras bajas donde los mosquitos transmisores se reproducen con facilidad. Aparte de eso existe un mal que no requiere hospitalización, ni siquiera atención médica, el cual se contagia entre la población con facilidad porque encuentra en la gente un nicho fácil para instalarse; tiene una característica muy particular, que cuando los pacientes sufren un desmayo no vuelven en sí, vuelven en ‘no’.

Se trata del virus de la maledicencia, el pesimismo, los prejuicios, la estigmatización, el negativismo y demás demonios. Su contagio es inmediato porque se trasmite de boca en boca y así alcanza todos los rincones donde habiten seres humanos; son focos de infección comunes los costureros, tertulias, mesas de café, corrillos, jugarretas, reuniones, paseos y cualquier lugar donde se junten dos o más personas. Sobra decir que el éxito del chisme depende de que sea sórdido, rastrero, dañino, perverso.

Está comprobado que a la gente no le gustan las noticias buenas. Por eso los noticieros, así reneguemos y nos rasguemos las vestiduras, dedican sus espacios a mostrar crónica roja; eso es lo que vende. Nadie quiere oír habar de que en medio de tanto caos y corrupción existen obras, programas, soluciones, proyectos y demás ayudas que mejoran la vida de muchos compatriotas.

Lo comprobé cuando hice un comentario en una red social acerca de las becas que ofrece el Gobierno para que los 10 mil mejores bachilleres, de los estratos bajos, sigan una carrera universitaria y quién dijo miedo; me trataron de iluso, pendejo, atembado, que eso son cuentos, promesas disfrazadas, que el Presidente esto, que la Ministra aquello… Mejor dicho… Poco después me entero por un amigo, cuya hija ingresó hace dos años a la facultad de medicina de la Universidad de los Andes, que de los 100 alumnos matriculados un poco más de la mitad eran becados. Esa facultad tiene la matrícula más costosa del país y no sobra decir que la Universidad les cobra a todos por parejo, por lo que los cincuenta y pico becados son patrocinados por empresas, fundaciones, mecenas privados, pero la mayoría reciben la ayuda de parte del Gobierno nacional.

Disfruto contarles estas cosas a mis contertulios pero noto que ellos no las difunden. Como lo sucedido a principios de año, cuando el Gobernador del departamento se fue con algunos funcionarios y directivos de un colegio de Villamaría a llevar un grupo numeroso de niños y adolescentes a presentar su banda sinfónica a España. En el colegio Gerardo Arias Ramírez la música es una opción preferida por muchos estudiantes, quienes desde sus primeros años se encariñan con un instrumento hasta aprender a interpretarlo a la perfección.

Infantes disciplinados y comprometidos que después de viajar por el territorio nacional donde participaron en muchos festivales, de donde han traído el triunfo en repetidas ocasiones, vieron recompensado su esfuerzo con un viaje que ni siquiera soñaban: tocar para un público selecto en el viejo continente. Barcelona fue la ciudad que los recibió y desde allí se desplazaron a varias poblaciones donde hicieron exitosas presentaciones.

Un millonario chino llevó a sus 6 mil empleados de vacaciones a Francia y la noticia le dio la vuelta al mundo en las primeras planas. Aquí pocos supieron que un empresario manizaleño cerró su fábrica durante una semana y empacó maletas con 200 empleados, desde altos ejecutivos hasta la de los tintos, para irse de vacaciones a Cancún. A cuerpo de rey y lo que es mejor, al ‘gratín’.

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