viernes, julio 25, 2014

Mundial en vitrina.


Sin duda el evento con más seguidores en el planeta es el Mundial de fútbol que se celebra cada cuatro años, porque hasta en los rincones más apartados de los cinco continentes hay aficionados que siguen el certamen en televisores y demás dispositivos electrónicos. Aún en países donde el fútbol no es popular, como Australia, durante el mes que dura el campeonato la gente se interesa por los resultados y las noticias que tengan que ver con la justa mundialista; con más veras ahora que su selección consiguió un cupo entre los clasificados, sin importar que ellos prefieran el rugbi y otros deportes. En nuestro medio la tricolor nacional despierta una pasión fuera de serie y son pocos los que no se interesan por los partidos; así pude comprobarlo con el pisco que cuida carros en el centro de la ciudad.

Quiubo dotor –me saludó apenas parqueamos-, cuente pues cómo ha visto el mundial. Porque le digo que no me he perdido ni un solo partido; por fortuna cuando hay júlbol la gente sale poquito y por lo tanto el voleo disminuye. De todas maneras yo les echo un ojito a los carros, aunque la verdá cuando juega Colombia ni rateros hay en las calles. ¿Qué cómo hago pa velos? Sencillo dotor, allí en la esquina hay un almacén de eletrodomésticos y en la vitrina tienen tremendo televisor, de esos que compran los ricos, y le cuento pues que esa vaina se ve como si uno estuviera en el estadio. Como lo mantienen sin sonido, un compañero trae una grabadora lo más de chévere y escuchamos la trasmisión de radio.

El administrador que había en ese almacén era muy zalamero y jodía quisque porque hacíamos mucha bulla, le ensuciábamos el vidrio y no dejábamos dentrar a la clientela por la pelotera, pero ahora hay un man muy bacano que colabora y hasta nos regala cualesquier refrigerio de vez en cuando. Ahí me junto con vendedores ambulantes y demás personajes que trabajan en la calle, y si el partido lo merece hasta nos chupamos una amarga. También apostamos unos pesitos en una polla, porque eso le da más emoción a la vaina. Lo único es que cuando gana Colombia hay que frentiar a más de uno, porque la chusma se enloquece y quieren acabar con todo; con decile que un día me tocó rastrillar la peinilla pa espantar a unos babosos que empezaron a maquiar los carros.  

¿Cómo dice? ¡Uf!, a mí el mundial me ha parecido eselente; muchos goles y la mayoría de partidos muy emocionantes. Claro que hay que reconocer que los equipos han estao flojos, pero los salvan las figuras; porque pa qué que hay unos pelaos que son unos verriondos. O quítele usté al James, al Messi, al Neymar, al Robben o a ese tal Chaquiro a sus respetivos equipos y verá que quedan medios. En cambio el picaito del Cristiano sí no salió fue con nada; y bien mal que me cae ese zambo, que no ve la hora de meter un gol pa quitase la camiseta y mostrar la musculatura. Él sabe que las muchachas se babean, y seguro muchos dañaos también tragan saliva.   

Pero un asunto que sí no me ha gustao es la vanidá de los julbolistas. Qué tal todos preocupaos por el motilao, tatuaos hasta las orejas y con gomina en las mechas pa no despeinase. Creo que los estilistas no dan abasto porque esos vergajos deben madrugar a que les hagan el corte de moda; y a cuál más eséntrico con esas crestas espantosas, las trencitas de los negros, el pelo pintao y unos dibujos que les hacen cuando los tusan. Y dígame algo de los guayos que siempre han sido de cuero negro, todos igualitos, pero ahora les dio por una modita como muy maricona: que uno azul cielo y el otro rosaito, y el resto de unos colores que chillan de lo llamativos. Por eso debe ser que muchos no dan pie con bola, porque se preocupan más por la pinta que por el rendimiento.

En todo caso da envidia de la buena ver a esa gente allá en las tribunas, en semejante fiesta tan sobrada; y muestran disfraces muy galletas y unas viejas buenísimas. Le digo pues que a veces no sabe uno pa dónde mirar. Claro que por ahí escuché en un noticiero cuánto pagan por dentrar a un estadio y la verdá me pareció una ociosidá; yo tengo que camellar aquí al sol y al agua por lo menos seis meses pa comprame una boleta de´sas. Por fortuna ahora con la tenología puede uno patiase los partidos de muchas maneras; ayer no más había un cliente viéndolo en el cedular. ¡Hágame el favor!  
Aguarde le cuento de la polla: cómo le parece que una pinta puso quisque a Colombia entre los finalistas, pa más piedra de campeón, y usté no sabe lo que nos burlamos d´él; pues pa que lo sepa nos hizo tragar la risa, porque nadies pensó que esos pelaos jueran a llegar tan lejos. Ahora a esperar que no le metan pito a los partidos, porque tengo fresquito lo que pasó con Argentina en el 78. La Fifa es una mafia y usté sabe que el que manda manda, aunque mande mal.

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