viernes, julio 25, 2014

No sobra advertir…


A pocos días del inicio del Mundial de fútbol en Brasil, es recomendable reunir la familia para establecer las condiciones que regirán durante el lapso que dura el campeonato. Y como junio es el mes dedicado a los padres, serán ellos los beneficiados con todo tipo de derechos y privilegios para disfrutar del evento con la mayor comodidad. Como esto no es sino cada cuatro años, todos los miembros de la familia pueden hacer un pequeño sacrificio para que si el progenitor es pensionado, trabaja en la casa, está convaleciente o simplemente sacó vacaciones para dedicarse a lo suyo, tenga licencia para obrar como guste. Si en cambio el señor tiene que irse a cumplir con su horario de trabajo, los ratos que pueda estar en la casa y los fines de semana son exclusivos para él.

Varias semanas antes del inicio del campeonato es necesario ver todo tipo de programas referentes al evento deportivo, con análisis, proyecciones, comentarios y demás datos de interés, además de los partidos amistosos que juegan las distintas selecciones como parte de su preparación. Toda esta información es importante para tener una idea general antes de llenar el formulario de la polla mundialista, una apuesta muy entretenida que se juega con amigos y conocidos; lo mejor de la quiniela es que debemos hacerle fuerza a todos los partidos, así no tengan importancia, porque cada marcador acertado representa puntos a favor.

Por fortuna en esta oportunidad los horarios se acomodan a los nuestros, por realizarse el evento en el mismo continente, pero quien no logre ver los partidos durante el día puede disfrutarlos por la noche cuando los repitan en los canales internacionales. En todo caso, sea a la hora que sea, el televisor es de uso exclusivo para la programación referente a la competencia mundialista; nada de telenovelas, programas de concurso, series o emisiones especiales, porque durante un mes no aceptamos que en la pantalla del televisor se vea algo diferente al fútbol. También debe quedar claro que los aficionados a este deporte siempre queremos más y por ello nos choca que pregunten por qué vemos la repetición de los goles y las mejores jugadas, si nos hemos pasado todo el día frente a la pantalla.

Reunirse con amigos para ver los partidos es primordial, para tener con quién comentar, discutir y renegar cuando nuestro equipo no rinda, o si las decisiones del árbitro no nos convienen. Si el horario lo permite puede acompañarse el programa con unas cervecitas u otro tipo de licor; y el mecato no debe faltar para entretener el buche: crispetas, maní con pasas, empanaditas, cabano con queso… Las señoras pueden compartir el espacio siempre y cuando muestren algún interés por el partido, además de tener los mínimos conocimientos de lo que sucede en la cancha. Porque eso de preguntar al cabo de media hora cuál es nuestro equipo o exigir una explicación acerca de lo que es un fuera de lugar pasivo cuando el encuentro está en su mejor momento, son situaciones que puede crear roces y malos entendidos. Tampoco deben escandalizarse con el vocabulario, el cual llega a tornarse soez en momentos álgidos del encuentro; mentadas de madre, insultos a grito pelado, groserías al por mayor y todo tipo de improperios.

En el recinto donde se ve el partido no se admiten muchachitos atravesados, que pongan perinola, jodan y pregunten mil pendejadas, y mucho menos que se coman el mecato o el pasante que nos lleven para el aguardiente. Debe quedar claro que es un espacio dedicado al fútbol, donde no se habla de un tema diferente a ese deporte; quien tenga que entrar a cualquier otra cosa que proceda con prudencia, sin estorbar, y si debe cruzar frente a la pantalla, ojalá lo haga en cuatro patas. Porque preciso se atraviesan cuando van a cobrar un tiro libre, o no lo quiera el destino, al momento de marcar un gol. Y como algunas mujeres piensan que eso es lo mismo verlo en repetición…

De todos es sabido que la armonía de cualquier hogar se basa en la tolerancia y el respeto, pero durante el mes que dura el mundial de fútbol quienes somos aficionados a ese magno evento exigimos licencia para imponer nuestro derecho y disfrutar de ciertas libertades. Después de hacerle ganas durante tanto tiempo al pitazo inicial no existe el menor riesgo de que cedamos en cualquiera de nuestros privilegios; solo esperamos que nos den gusto en todo lo relacionado con el más popular y esperado programa, que ante la imposibilidad de asistir en persona podemos disfrutar desde la comodidad de nuestra casa.      
Por fortuna con los años me he vuelto menos emotivo y a diferencia de antes, que varios días previos a un partido de nuestra selección me sentía nervioso, con desasosiego y gusanera, ahora me importa apenas lo justo. Si ganamos muy bueno, pero si no, la vida sigue y a hacerle fuerza a los equipos que tengo como ganadores en la polla. Ahora necesito que solucionen el asunto de la alta definición en los canales privados, porque me afilié a ese plan con el único fin de disfrutar el mundial con la mejor imagen; y se acostumbra uno a ver con esa nitidez y después la televisión análoga le parece una porquería.

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