Los colombianos nos deberíamos mantener mejor informados acerca de los proyectos de ley que se adelantan en el Congreso de la República, porque la realidad es que pierden el tiempo en unas pendejadas que francamente. En realidad ellos le trabajan en serio a las iniciativas que más pantalla ofrecen, como aquellas que mantienen en vilo a los reporteros que cubren el Congreso y ocupan los titulares de prensa; esas mismas que les reportan utilidades varias, porque está claro que allá nunca votan a cambio de nada. Mientras tanto las nimiedades, que son muchas, las aprueban a pupitrazo limpio cuando apenas faltan unos minutos para que termine el período legislativo.
Hace un tiempo se presentó un fatal accidente en la piscina de un reconocido hotel de Cartagena, hecho en el que perdió la vida un niño de una manera absurda e inesperada. Ese tipo de noticia amarillista es un manjar para ciertos periodistas, como en su momento lo saboreó Félix de Bedout, además de convertirse en atril preferido para politicastros pantalleros y oportunistas como el tal Armandito Benedetti, quienes asumen el caso como si les doliera en el alma la muerte del niño, cuando en realidad lo que buscan es protagonismo y audiencia.
La justicia está para determinar quién es culpable e imponer los castigos pertinentes, y si el hotel tuvo algún grado de culpabilidad que le caiga todo el peso de la ley. Pero había que ver a este par de redentores reclamar porque en la piscina no había un técnico listo para desconectar las válvulas necesarias que evitaran el fatal desenlace. Puede que en Islandia o Suecia cuenten con ese tipo de precauciones, pero no me vengan con que en el tercer mundo existe siquiera un establecimiento que cumpla con dichas normas. Ahora se viene el Congreso con una ley que rige para todas las piscinas públicas, y me da risa cuando veo la lista de condiciones que supuestamente deben cumplir.
Seguro en un principio los inspectores municipales harán respetar la ley, impondrán multas y cerrarán piscinas por montones, pero dentro de unos años la legislación se prestará solo para generar mordidas y sobornos. Porque es posible que en un club privado, en un Centro vacacional reconocido o en un hotel de cinco estrellas cumplan a cabalidad con las condiciones exigidas, pero aspirar a que un “metedero” de media petaca en Melgar o Villeta haga semejante inversión para actualizar su alberca, es una utopía absoluta.
Porque en el futuro las piscinas serán construidas solo por ingenieros o arquitectos que registren sus planos en la entidad que corresponda. Deben contar con cerramiento y un ingreso a través de torniquete. Las diferentes profundidades se distinguirán con distintos colores, además de ir escritas con letras grandes y claras en las paredes de la estructura. Los planos de ductos, motores, filtros, bombas y demás implementos, además de alarmas, salidas de emergencia y elementos contra incendio, tienen que estar a la vista de todos los usuarios. Un técnico de mantenimiento deberá estar disponible en todo momento mientras la piscina esté en uso. Contará además con dos flotadores circulares con cuerdas, de colores vivos, y un bastón con gancho especial para rescates; un botiquín con una extensa lista de equipos y medicamentos; y un salvavidas profesional especializado en primeros auxilios para cada estanque. También un teléfono o citófono disponible las 24 horas para llamadas de emergencia.
La piscina debe tener sensores de movimiento o alarmas de inmersión, y un sistema de seguridad de liberación de vacío. Además debe contar con cubiertas anti entrampamientos, que son dispositivos que aíslan el efecto de succión provocado en los drenajes que tengan este tipo de estructuras (vaya explíquele este galimatías a Satanás, el oficial que hizo la mayoría de piscinas en Santagueda). El agua debe mantenerse limpia y sana, y cumplir los requisitos higiénico – sanitarios establecidos por las autoridades; de manera que a prohibirle a los novios que se saquen barros y espinillas en la piscina, mientras sacuden el dedo en el agua para limpiar el material extraído, y de ahora en adelante todo el mundo a orinar al baño. Ahora sí veo la vaina jodida.
Basta imaginar esas piscinas modernas, con diseños minimalistas y estilos vanguardistas, cómo irán a quedar de gallos cuando les apliquen todas estas condiciones; eso va a ser como bañarse en una estación de bomberos. Y las que son el verdadero gancho de hotelitos de pueblo, o la atracción principal de balnearios y paradores de camino, que son construidas por cualquier tegua con conocimientos del palustre y la plomada, lo que les puede costar cumplir siquiera con un mínimo porcentaje de las condiciones exigidas.
Pero no he dicho lo peor. Los muchachitos menores de 12 años deben estar acompañados en todo momento por un adulto que se responsabilice de ellos, así haya salvavidas en el establecimiento. Lo siento mucho por quienes tienen hijos o nietos pequeños, porque los mocosos quieren estar metidos en el agua desde las 8 de la mañana hasta las 6 de la tarde, hora en que se salen a regañadientes.
De manera que a reconsiderar donde el clima no sea propicio para tener una piscina, porque sostener semejante elefante blanco debe costar un ojo de la cara, además de que tiene más problemas que el álgebra de Baldor.
lunes, octubre 27, 2008
martes, octubre 21, 2008
El “pienso”.
Se ha vuelto común entre el gremio de las fámulas manejar tarifas diferentes para cobrar por su trabajo, y estas varían según las tareas que deban realizar. En la actualidad es un lujo contar con una persona que ayude con el oficio, así sea por unas pocas horas a la semana. El caso es que al momento de arreglar con la patrona la aspirante pregunta si el trabajo incluye “pienso”, lo que significa que ella debe disponer y planear qué se debe preparar en cada una de las comidas. Porque si comprar el mercado es bien costoso y hacer el oficio mamón, ni hablar de lo que representa pensar todos los días qué carajo hacer de almuerzo o de comida. Y como muchas amas de casa se desempeñan en el mercado laboral, por lo que llegan al hogar estresadas y muertas del cansancio, no tienen cabeza para disponer esas minucias que tanto desgastan; y todo adobado con que el mundo moderno y la tecnología se han encargado de atrofiar la tan necesaria memoria.
Los nuevos adminículos electrónicos almacenan todo tipo de datos y el consumidor depende de ellos para cualquier consulta o decisión. La computadora personal reemplaza la agenda, con el valor agregado que le recuerda al usuario las acciones a seguir el día y hora determinados; igual función cumple cualquier teléfono celular y por ello nadie utiliza las agendas electrónicas. Para qué cargar con otro aparato. Antes la gente debía memorizar gran cantidad de información de su interés. Cuento aparte son los nuevos teléfonos móviles que tienen, entre muchas otras funciones, cámara fotográfica de alta resolución, reproductor de música y lo más novedoso: conexión a internet. Entonces el ejecutivo moderno ya no pierde tiempo en los atascos del tráfico o al hacer una fila, porque saca el juguete, se conecta a la red y a trabajar se dijo.
El problema radica en que muy pronto se nos van a menguar las neuronas de la memoria. Muchas personas no saben siquiera el número de sus teléfonos, o cualquier otro tipo de datos que antes recitaban sin titubeos. Porque nuestra educación fue basada en la memoria. Repetíamos como loras y lo importante no era entender el tema tratado, sino escribir en la hoja del examen fechas y detalles exactos sin fallar en una sola reseña. Usted podía saberse al derecho y al revés la vida de Enrique VIII, pero si se equivocaba al momento de escribir la fecha de su muerte, perdía la materia y punto. Los demás conocimientos no tenían ningún valor para el profesor.
Un ejemplo de la dependencia a la tecnología puede verse en los médicos actuales. El ojo clínico fue reemplazado por la tecnología de punta y así como antes el galeno hacía un examen físico exhaustivo al paciente, lo auscultaba, medía, pesaba, le tomaba la presión, indagaba sobre antecedentes familiares, acerca de su vida actual, su trabajo y preocupaciones, ahora le hace una lista de exámenes de imágenes diagnósticas y de laboratorio, y que regrese con los resultados. Si el enfermo no tiene seguro médico particular debe rogar y hacer mil trámites para que la EPS le autorice los diferentes exámenes, que por cierto valen una fortuna. Muchos médicos de antaño además de su profesión, sabían varios idiomas, escribían, rimaban, eran grandes lectores y humanistas. En cambio la gran mayoría de los actuales son muy sabidos en su especialidad, pero no tienen idea de cultura general.
Para qué pensar, dirán ellos, si todo lo averiguan con solo dar un clic; y lo que no sepa Google es porque todavía no existe. Pero sí es muy triste que jóvenes que pasan por el colegio y la universidad sean tan ignorantes. Hace poco llamé a un call center nacional y la niña me preguntó en qué departamento queda Manizales. Y qué tal un reportero, que se supone pasó por la facultad de Comunicación social, quien viajó al Perú hace un tiempo cuando se accidentó un bus con unos turistas colombianos, y apareció en pantalla desde un puente al fondo del cual había ido a parar el vehículo. El tipo muy orondo dijo que el bus había rodado a un abismo de 300 metros, y yo alcancé a pensar que no iban a rescatar ni los gusanillos de las llantas. Pues ampliaron la toma y se veía el aparato a unos 20 metros de la carretera. Basta con tener una referencia, como que la catedral de Manizales tiene algo más de 100 metros de altura, para imaginar lo que puede ser un abismo el triple de profundo. Otro reportó que en un edificio de 8 pisos se suicidó una persona al tirarse desde la terraza, y el animal dijo que había saltado desde una altura de 80 metros. Cómo serán de desabridos esos apartamentos de 10 metros de altura, cuando los normales tienen 2,20.
Al cerebro hay que hacerle mantenimiento, conservarlo activo y ejercitarlo. Y los patronos deben exigir a sus empleados, sobre todo si son profesionales, que tengan un mínimo de conocimientos generales. Porque al ignorante que no tuvo oportunidad de estudiar se le perdona todo. Como un personaje que vi en el noticiero cuando presentaba una queja contra una entidad de salud, dizque porque le jodieron una pierna al ponerle una inyección en el nervio “asiático”.
Los nuevos adminículos electrónicos almacenan todo tipo de datos y el consumidor depende de ellos para cualquier consulta o decisión. La computadora personal reemplaza la agenda, con el valor agregado que le recuerda al usuario las acciones a seguir el día y hora determinados; igual función cumple cualquier teléfono celular y por ello nadie utiliza las agendas electrónicas. Para qué cargar con otro aparato. Antes la gente debía memorizar gran cantidad de información de su interés. Cuento aparte son los nuevos teléfonos móviles que tienen, entre muchas otras funciones, cámara fotográfica de alta resolución, reproductor de música y lo más novedoso: conexión a internet. Entonces el ejecutivo moderno ya no pierde tiempo en los atascos del tráfico o al hacer una fila, porque saca el juguete, se conecta a la red y a trabajar se dijo.
El problema radica en que muy pronto se nos van a menguar las neuronas de la memoria. Muchas personas no saben siquiera el número de sus teléfonos, o cualquier otro tipo de datos que antes recitaban sin titubeos. Porque nuestra educación fue basada en la memoria. Repetíamos como loras y lo importante no era entender el tema tratado, sino escribir en la hoja del examen fechas y detalles exactos sin fallar en una sola reseña. Usted podía saberse al derecho y al revés la vida de Enrique VIII, pero si se equivocaba al momento de escribir la fecha de su muerte, perdía la materia y punto. Los demás conocimientos no tenían ningún valor para el profesor.
Un ejemplo de la dependencia a la tecnología puede verse en los médicos actuales. El ojo clínico fue reemplazado por la tecnología de punta y así como antes el galeno hacía un examen físico exhaustivo al paciente, lo auscultaba, medía, pesaba, le tomaba la presión, indagaba sobre antecedentes familiares, acerca de su vida actual, su trabajo y preocupaciones, ahora le hace una lista de exámenes de imágenes diagnósticas y de laboratorio, y que regrese con los resultados. Si el enfermo no tiene seguro médico particular debe rogar y hacer mil trámites para que la EPS le autorice los diferentes exámenes, que por cierto valen una fortuna. Muchos médicos de antaño además de su profesión, sabían varios idiomas, escribían, rimaban, eran grandes lectores y humanistas. En cambio la gran mayoría de los actuales son muy sabidos en su especialidad, pero no tienen idea de cultura general.
Para qué pensar, dirán ellos, si todo lo averiguan con solo dar un clic; y lo que no sepa Google es porque todavía no existe. Pero sí es muy triste que jóvenes que pasan por el colegio y la universidad sean tan ignorantes. Hace poco llamé a un call center nacional y la niña me preguntó en qué departamento queda Manizales. Y qué tal un reportero, que se supone pasó por la facultad de Comunicación social, quien viajó al Perú hace un tiempo cuando se accidentó un bus con unos turistas colombianos, y apareció en pantalla desde un puente al fondo del cual había ido a parar el vehículo. El tipo muy orondo dijo que el bus había rodado a un abismo de 300 metros, y yo alcancé a pensar que no iban a rescatar ni los gusanillos de las llantas. Pues ampliaron la toma y se veía el aparato a unos 20 metros de la carretera. Basta con tener una referencia, como que la catedral de Manizales tiene algo más de 100 metros de altura, para imaginar lo que puede ser un abismo el triple de profundo. Otro reportó que en un edificio de 8 pisos se suicidó una persona al tirarse desde la terraza, y el animal dijo que había saltado desde una altura de 80 metros. Cómo serán de desabridos esos apartamentos de 10 metros de altura, cuando los normales tienen 2,20.
Al cerebro hay que hacerle mantenimiento, conservarlo activo y ejercitarlo. Y los patronos deben exigir a sus empleados, sobre todo si son profesionales, que tengan un mínimo de conocimientos generales. Porque al ignorante que no tuvo oportunidad de estudiar se le perdona todo. Como un personaje que vi en el noticiero cuando presentaba una queja contra una entidad de salud, dizque porque le jodieron una pierna al ponerle una inyección en el nervio “asiático”.
martes, octubre 14, 2008
Varias cositas.
En ocasiones se le activa a uno la opinadera y no puede dejar pasar la oportunidad que tiene de expresarse públicamente, por lo que mejor decide desembucharlas y quedar más livianito. Hay casos en que quisiera quedarse callado para no echarle más leña a una polémica, pero debe meter de nuevo la cucharada porque el asunto lo deja como maluco. Como le pasó hace pocos días al Presidente Uribe cuando lo acusaron por salirse de los chiros y responder a los insultos, acusaciones y denuncias que hacen en su contra, y el hombre dijo que a él no le gusta quedarse con esos guardados.
Recibí en pleno el varillazo que en este mismo espacio me mandó un ilustre Diputado, buen elemento como directivo cívico y político, acerca del escrito que publiqué sobre la actitud pesimista que me veo obligado a tomar ante las demoras, falsas promesas, utopías y quimeras respecto a las obras de infraestructura que reclama nuestra región. Entonces repasé el artículo y me vino a la memoria una entrevista que le hice hace ya varios años al director del proyecto de Aeropalestina de aquella época.
En dichas calendas, cuando supimos que España nos iba a hacer un préstamo que debido a tantas facilidades parecía más un regalo, y que correspondía casi al total de lo que costaba realizar la obra en ese entonces, decidí invitar a Jorge Eduardo Mejía para que le contara a los oyentes de El Costurero, un programa radial que hicimos durante una década en Caracol, cuáles eran los pasos a seguir y las expectativas del anhelado proyecto. El ejecutivo aseguró que la entrega de esa plata era pan comido porque faltaban unos pocos requisitos para que hicieran el desembolso. En ese momento quise comprometerlo a que nos diera una fecha aproximada para tener listo el aeropuerto, y el hombre aseguró que en año y medio, máximo dos, podríamos ver aviones aterrizar y despegar de la meseta de Palestina. Lógico que él tenía que pensar así, irradiar optimismo, asegurar que el asunto estaba de un cacho y hasta comprometerse con fechas aproximadas, porque de lo contrario perdía la coloca. Y yo le creí, y los oyentes también se tragaron el cuento, y todos felices porque teníamos el billete casi en el bolsillo y el asunto resuelto. Pues me podrán decir aguafiestas, negativo, pesimista redomado y todo lo que quieran, pero esta es la hora que los españoles no han soltado ni un peso. Y hacen visitas, alaban el proyecto, se embelesan con el sitio, dicen que ahora sí, pero de aquello nada.
Cambio de tercio. Maravillosa la caricatura de Ricky en este periódico donde sale el bebé que asesinaron en Chía, en un acto macabro e inhumano, al lado de San Pedro quien le anuncia que ese es el paraíso porque allí no pueden entrar los periodistas. Y es que no hay derecho al show que montaron por ejemplo los dos canales privados de televisión para cubrir tan impactante noticia. Cómo es posible que trasmitieran desde las primeras horas de la mañana hasta media noche, hora en la que remataron con un programa, supuestamente periodístico, donde entrevistaron al abuelo del niño y no descansaron hasta que lo pusieron a llorar.
Durante tres días los noticieros no hablaron de otra cosa, sus presentadoras y reporteros vestidos de luto hacían pucheros mientras entrevistaban hasta al último habitante de Chía, y si de pronto le daban espacio a una noticia diferente, dejaban un recuadro con imágenes del entierro o cualquier hecho relacionado con el caso para no ir a perder la audiencia. Explotadores del dolor ajeno, amarillistas, anti éticos, vulgares comerciantes, logreros, patrocinadores del morbo y la novelería. Y advierto que esto lo supe de oídas porque no le dedico un segundo a esos patanes.
Otro tema. Hace poco me invitaron a una fiesta muy sabrosa y como era al aire libre, acondicionaron el lugar con carpas y plásticos para prevenir cualquier amago de lluvia. Pues me enteré por la anfitriona que esa semana, y ante la alta probabilidad de que el clima no ayudara, había hecho varias donaciones de huevos a hogares de ancianos, fundaciones y demás obras sociales. A esta edad vine a conocer la creencia que al hacer este tipo de ofrenda se blinda el evento que piensa realizarse a la intemperie contra los embates del invierno.
Cuando supe que este año una gran mayoría de obras del Festival de Teatro se iban a realizar en plena calle, al aire libre y sin ninguna protección para los actores y el público, me atacó de nuevo el pesimismo y pensé que los organizadores del evento fueron muy osados al pretender que después de soportar varios años de invierno permanente, sería posible tener una semanita de tregua para desarrollar la programación. Pues ahora quiero saber cuántas toneladas de huevos repartieron para que San Pedro se manejara tan bien con el festival. Porque en el lapso dedicado al teatro callejero el clima fue benévolo y agradable, mientras en el resto del país las tormentas, inundaciones y deslizamientos fueron el común denominador.
Y si en la fiesta no funcionó el truco, porque llovieron hasta maridos, durante la semana del festival el invitado de honor fue el astro rey. Solo me queda averiguar si en los ancianatos quedaron empalagados de tragar arroz con huevo.
Recibí en pleno el varillazo que en este mismo espacio me mandó un ilustre Diputado, buen elemento como directivo cívico y político, acerca del escrito que publiqué sobre la actitud pesimista que me veo obligado a tomar ante las demoras, falsas promesas, utopías y quimeras respecto a las obras de infraestructura que reclama nuestra región. Entonces repasé el artículo y me vino a la memoria una entrevista que le hice hace ya varios años al director del proyecto de Aeropalestina de aquella época.
En dichas calendas, cuando supimos que España nos iba a hacer un préstamo que debido a tantas facilidades parecía más un regalo, y que correspondía casi al total de lo que costaba realizar la obra en ese entonces, decidí invitar a Jorge Eduardo Mejía para que le contara a los oyentes de El Costurero, un programa radial que hicimos durante una década en Caracol, cuáles eran los pasos a seguir y las expectativas del anhelado proyecto. El ejecutivo aseguró que la entrega de esa plata era pan comido porque faltaban unos pocos requisitos para que hicieran el desembolso. En ese momento quise comprometerlo a que nos diera una fecha aproximada para tener listo el aeropuerto, y el hombre aseguró que en año y medio, máximo dos, podríamos ver aviones aterrizar y despegar de la meseta de Palestina. Lógico que él tenía que pensar así, irradiar optimismo, asegurar que el asunto estaba de un cacho y hasta comprometerse con fechas aproximadas, porque de lo contrario perdía la coloca. Y yo le creí, y los oyentes también se tragaron el cuento, y todos felices porque teníamos el billete casi en el bolsillo y el asunto resuelto. Pues me podrán decir aguafiestas, negativo, pesimista redomado y todo lo que quieran, pero esta es la hora que los españoles no han soltado ni un peso. Y hacen visitas, alaban el proyecto, se embelesan con el sitio, dicen que ahora sí, pero de aquello nada.
Cambio de tercio. Maravillosa la caricatura de Ricky en este periódico donde sale el bebé que asesinaron en Chía, en un acto macabro e inhumano, al lado de San Pedro quien le anuncia que ese es el paraíso porque allí no pueden entrar los periodistas. Y es que no hay derecho al show que montaron por ejemplo los dos canales privados de televisión para cubrir tan impactante noticia. Cómo es posible que trasmitieran desde las primeras horas de la mañana hasta media noche, hora en la que remataron con un programa, supuestamente periodístico, donde entrevistaron al abuelo del niño y no descansaron hasta que lo pusieron a llorar.
Durante tres días los noticieros no hablaron de otra cosa, sus presentadoras y reporteros vestidos de luto hacían pucheros mientras entrevistaban hasta al último habitante de Chía, y si de pronto le daban espacio a una noticia diferente, dejaban un recuadro con imágenes del entierro o cualquier hecho relacionado con el caso para no ir a perder la audiencia. Explotadores del dolor ajeno, amarillistas, anti éticos, vulgares comerciantes, logreros, patrocinadores del morbo y la novelería. Y advierto que esto lo supe de oídas porque no le dedico un segundo a esos patanes.
Otro tema. Hace poco me invitaron a una fiesta muy sabrosa y como era al aire libre, acondicionaron el lugar con carpas y plásticos para prevenir cualquier amago de lluvia. Pues me enteré por la anfitriona que esa semana, y ante la alta probabilidad de que el clima no ayudara, había hecho varias donaciones de huevos a hogares de ancianos, fundaciones y demás obras sociales. A esta edad vine a conocer la creencia que al hacer este tipo de ofrenda se blinda el evento que piensa realizarse a la intemperie contra los embates del invierno.
Cuando supe que este año una gran mayoría de obras del Festival de Teatro se iban a realizar en plena calle, al aire libre y sin ninguna protección para los actores y el público, me atacó de nuevo el pesimismo y pensé que los organizadores del evento fueron muy osados al pretender que después de soportar varios años de invierno permanente, sería posible tener una semanita de tregua para desarrollar la programación. Pues ahora quiero saber cuántas toneladas de huevos repartieron para que San Pedro se manejara tan bien con el festival. Porque en el lapso dedicado al teatro callejero el clima fue benévolo y agradable, mientras en el resto del país las tormentas, inundaciones y deslizamientos fueron el común denominador.
Y si en la fiesta no funcionó el truco, porque llovieron hasta maridos, durante la semana del festival el invitado de honor fue el astro rey. Solo me queda averiguar si en los ancianatos quedaron empalagados de tragar arroz con huevo.
martes, octubre 07, 2008
El malevaje.
Todos los idiomas del mundo evolucionan a diario y son sus hablantes los encargados de cambiarlos. Es así como vemos en el nuestro, el castellano, que ciertas palabras que no son castizas, y que además por chocantes o poco sonoras las rechaza la mayoría, terminan por imponerse cuando los miembros de la RAE deben reconocerlas debido a que se han convertido en vocablos comunes y muy utilizados. Por ello antes de corregir a alguien al oírle decir una palabra que suponemos no está en el diccionario, es mejor cerciorarse primero para no quedar mal. La misma lengua varía en los diferentes grupos sociales y en todos indefectiblemente sufre los cambios impuestos por el paso de las generaciones. Esto pude comprobarlo hace poco cuando estuve en la plaza de mercado y me puse a conversar con un malevo que se me arrimó mientras esperaba en el carro.
*Huy patroncito, no crea que porque se queda entre el carro no necesita que le eche gafa pa´ cuidalo. Vea, no es por metele terrorismo, pero por aquí son capaces de alzace la nave con vusté ahí metido. Con decile que cargan trapo pa´ robase un mojao. Deje yo lo acompaño un rato, porque le digo pues que desde que parquiaron aquí ya los tienen pillaos y no es sino que den papaya pa´ que la lleven. Y eso que la galemba está saniada a comparación de lo que era antes; lo que pasa es que ahora hay una guerra donde se quiebran a uno diario, y vusté sabe que de eso se entera todo mundo y así cogemos mala fama es todos.
Aquí la mayoría de la gente es sana y no lihace mal a nadies, pero hay unas mafias que manejan todo y no se puede mover un dedo sin dales tajada. Fíjese vusté por ejemplo todos esos puestos de revuelto y fruta que hay en la calle. No vaya a creer que ellos tienen principal pa´ poner su negocito, qué va. Toda esa mercancía es de algún duro que se compra por ejemplo un viaje de redrojo de tomate, porque ahí venden es las viruñas que no reciben en los supermercaos, y el tipo lo quihace es repartiles pa´ que cada uno se gane cualesquier peso cuando venda todo el realís. Entoes el vergajo se la gana es toda, porque compra el tomate a güevo, no tiene local en ningún pabellón y así se ahorra el arrendo, los impuestos, las faturas y demás gastos, y ni siquiera tiene que pagar empliaos.
Y vea por ejemplo ese pirobo que está parao en la esquina. El man vende vicio y todo mundo sabe, pero la merca tampoco es propia. Aquí hay unos clientes que dominan ese mercao y le consiguen a vusté lo que quiera metese; eso sí, cuenta con ir a sapialos o a frentialos porque de una lo mandan es a pelar. Por eso lo mejor aquí es hacese el manuel y no metese con nadies, pa´ no tener líos y poder ganase cualesquier moneda pa´ llevar pa´ la casa. Yo por ejemplo me levanto la lata es haciendo mandaos, ayudo a cargar bultos, le colaboro a otro cuidándole el puesto, llevo razones, le echo ojito a los carros y lo que haiga qué hacer. Algunos me regalan una moneda y por ejemplo un carnicero me brinda un hueso o media libra de gordo, el del granero me deja recoger frijolitos o maíz del piso, otro me da unas papas, no faltan los platanitos y el revuelto, y hasta alguna fruta pa´ hacele fugo a los pelaos.
Ojo, con disimulo póngale cuidao a ese jíbaro que viene ahí de sudadera gris. Le cuento pues que ese man es una gonorsobia, porque no respeta a nadies y además esige que todo mundo le rinda cuentas. Se cree dueño de la galemba y lo pior es que dicen que ya le ha dado balín a varios. Es ese sentido sí que está jodido esto por acá. Mire que antes un gatillero cobraba tres o cuatro palos por hacer una vuelta, y le cuento pues que hoy en día le martillan al que sea por cualesquier chichigua. No se le haga raro si un vicioso va y quiebra un parroquiano por cincuenta o cien mil pesos. Por lo mismo dicen los sicarios esperimentaos que el negocio se les perratió.
Y ni hablar de los rateros. Esas chuchas espantaron la clientela porque hace años aquí venían los ricos a mercar y ahora no aparecen ni a deshacer los pasos. Recuerdo que de jueves a sábado aquí llegaban cantidá de doñas elegantes que dejaban buena propina y el ambiente era más bacano, además que tenían onde parquiar sus carros porque no esistían todos esos puestos callejeros. Otra cosa es que esto se llenó de putas; y ni esas pueden trabajar por su cuenta. Hay unos pirobos que llaman quisque… ¿cómo dice?, eso, procenetas. Le digo pues que las pobres viejas no dan abasto de voliar caragualo y estos jediondos les quitan la mitá de la plata. Qué cosa tan verrionda.
En todo caso patrón por aquí pa´ servile cuando necesite algo. Mejor dicho, pa´ las que sean; y mire a ver si se deja venir con cualesquier peso que ando más varao que corcho en remolino.
*Huy patroncito, no crea que porque se queda entre el carro no necesita que le eche gafa pa´ cuidalo. Vea, no es por metele terrorismo, pero por aquí son capaces de alzace la nave con vusté ahí metido. Con decile que cargan trapo pa´ robase un mojao. Deje yo lo acompaño un rato, porque le digo pues que desde que parquiaron aquí ya los tienen pillaos y no es sino que den papaya pa´ que la lleven. Y eso que la galemba está saniada a comparación de lo que era antes; lo que pasa es que ahora hay una guerra donde se quiebran a uno diario, y vusté sabe que de eso se entera todo mundo y así cogemos mala fama es todos.
Aquí la mayoría de la gente es sana y no lihace mal a nadies, pero hay unas mafias que manejan todo y no se puede mover un dedo sin dales tajada. Fíjese vusté por ejemplo todos esos puestos de revuelto y fruta que hay en la calle. No vaya a creer que ellos tienen principal pa´ poner su negocito, qué va. Toda esa mercancía es de algún duro que se compra por ejemplo un viaje de redrojo de tomate, porque ahí venden es las viruñas que no reciben en los supermercaos, y el tipo lo quihace es repartiles pa´ que cada uno se gane cualesquier peso cuando venda todo el realís. Entoes el vergajo se la gana es toda, porque compra el tomate a güevo, no tiene local en ningún pabellón y así se ahorra el arrendo, los impuestos, las faturas y demás gastos, y ni siquiera tiene que pagar empliaos.
Y vea por ejemplo ese pirobo que está parao en la esquina. El man vende vicio y todo mundo sabe, pero la merca tampoco es propia. Aquí hay unos clientes que dominan ese mercao y le consiguen a vusté lo que quiera metese; eso sí, cuenta con ir a sapialos o a frentialos porque de una lo mandan es a pelar. Por eso lo mejor aquí es hacese el manuel y no metese con nadies, pa´ no tener líos y poder ganase cualesquier moneda pa´ llevar pa´ la casa. Yo por ejemplo me levanto la lata es haciendo mandaos, ayudo a cargar bultos, le colaboro a otro cuidándole el puesto, llevo razones, le echo ojito a los carros y lo que haiga qué hacer. Algunos me regalan una moneda y por ejemplo un carnicero me brinda un hueso o media libra de gordo, el del granero me deja recoger frijolitos o maíz del piso, otro me da unas papas, no faltan los platanitos y el revuelto, y hasta alguna fruta pa´ hacele fugo a los pelaos.
Ojo, con disimulo póngale cuidao a ese jíbaro que viene ahí de sudadera gris. Le cuento pues que ese man es una gonorsobia, porque no respeta a nadies y además esige que todo mundo le rinda cuentas. Se cree dueño de la galemba y lo pior es que dicen que ya le ha dado balín a varios. Es ese sentido sí que está jodido esto por acá. Mire que antes un gatillero cobraba tres o cuatro palos por hacer una vuelta, y le cuento pues que hoy en día le martillan al que sea por cualesquier chichigua. No se le haga raro si un vicioso va y quiebra un parroquiano por cincuenta o cien mil pesos. Por lo mismo dicen los sicarios esperimentaos que el negocio se les perratió.
Y ni hablar de los rateros. Esas chuchas espantaron la clientela porque hace años aquí venían los ricos a mercar y ahora no aparecen ni a deshacer los pasos. Recuerdo que de jueves a sábado aquí llegaban cantidá de doñas elegantes que dejaban buena propina y el ambiente era más bacano, además que tenían onde parquiar sus carros porque no esistían todos esos puestos callejeros. Otra cosa es que esto se llenó de putas; y ni esas pueden trabajar por su cuenta. Hay unos pirobos que llaman quisque… ¿cómo dice?, eso, procenetas. Le digo pues que las pobres viejas no dan abasto de voliar caragualo y estos jediondos les quitan la mitá de la plata. Qué cosa tan verrionda.
En todo caso patrón por aquí pa´ servile cuando necesite algo. Mejor dicho, pa´ las que sean; y mire a ver si se deja venir con cualesquier peso que ando más varao que corcho en remolino.
miércoles, octubre 01, 2008
Elefante traqueto.
Hace unos días recibí por correo la solicitud de un amigo pereirano para que le ayudara a difundir una información de esas que buscan la solidaridad de muchos cibernautas y de esa forma lograr sacar adelante una campaña determinada. Con gusto accedí a compartir el mensaje con varios contactos, porque definitivamente estoy de acuerdo con el asunto que buscan defender. Voy a referirme a lo que dice la nota, pero advierto que no puedo corroborar ninguno de los datos que allí registran porque carezco de pruebas.
Resulta que hace unos años el Circo Hermanos Gasca le entregó al zoológico de Pereira una elefanta porque se encontraba enferma, e imagino que estaban más encartados que el patas con ese animal. Porque uno puede cargar con un perro apestao o una gallina con moquillo, pero con semejante mastodonte estornudando no lidia ni el más guapo. El caso es que fue tanto el alivio del animal que tiempo después dio a luz al primer elefantico que nace en cautiverio en nuestro país.
Como era de esperarse, las gentes de Risaralda y todos quienes visitamos de vez en cuando el zoológico nos regocijamos con el hecho, y el pequeño paquidermo se convirtió en la mascota preferida de propios y extraños. Los niños felices gritándole al pequeño trompón, mientras los adultos se empeñan en tirarle chitos, papitas fritas y cuanta porquería tragan mientras recorren el recinto, ignorando la recomendación de las autoridades del parque que prohíben rotundamente compartir cualquier tipo de alimento con los ejemplares allí exhibidos. Porque eso sí es gustarnos a los colombianos hacer todo lo que no se debe.
El problema es que hace unos días la compañía circense visitó de nuevo la ciudad y procedió a reclamar el elefantico dizque porque les pertenece, y que deben aprovechar ahora que es un cachorro porque les cae de perlas para adiestrarlo y ponerlo a hacer monerías en su caduco espectáculo. Entonces los cibernautas que emprendieron la cruzada invitan a sus contactos a visitar algunos links donde puede verse la crueldad con que enseñan, a punta de garrote, a sus animales para que obedezcan y representen los patéticos shows. Basta con ingresar a Youtube y buscar el video que se refiere al maltrato que ellos infligen a los animales. Después de verlo queda uno estupefacto; mejor dicho, aterrado, verraco, ofendido, triste, escandalizado y seguro de que nunca más asiste a un circo que anuncie animales en su presentación. Hay que mostrarles a los niños semejante aberración, para que no empiecen a joder con la cantaleta que los lleven a disfrutar de cualquier circo pichurrio que visite la ciudad; seguro que así muchos papás se pueden salvar de ese programa tan jarto, además de que concientizan a sus retoños de una práctica detestable y mandada a recoger.
Lo que sí me pareció es que le faltó imaginación al encargado de bautizar al popular cachorro, porque lo llamó Zimbabue. Tengo la idea que el elefante macho del zoológico resultó de la repartición de ejemplares realizada cuando desmantelaron la colección que tenía el tristemente famoso Pablo Escobar en su hacienda Nápoles, y me late que es el papá del pequeño paquidermo. Con un poco de imaginación lo podía haber llamado Patroncito, Orejas, Traquetín o El Trompón. Y que tengan mucho cuidado con ese pequeño cuadrúpedo, porque el taita ya ensartó con los colmillos a un veterinario que le dio papaya. Es que el que entre la miel anda…
Definitivamente si los seres humanos tuviéramos dos dedos de frente ya habríamos erradicado los zoológicos, acuarios gigantes y demás espectáculos donde utilicen animales. Cómo así que para que nosotros nos distraigamos un rato es necesario tener todo tipo de especies confinadas en recintos estrechos y deprimentes. Cambiarle a un león las inmensas llanuras africanas por unos cuantos metros cuadrados con piso de cemento; meter un oso detrás de unos barrotes en vez de disfrutar de bosques y praderas; zampar un hipopótamo en un charco diminuto; o cambiarle a unos micos las ramas y bejucos de la selva amazónica por columpios improvisados, es un crimen de lesa “animalidad”.
Y qué tal una ballena brincando en un tanque que a duras penas le permite girar; focas y pingüinos que en vez de asolearse en las playas patagónicas deben aplaudir y jugar con pelotas a cambio de una sardina; o grandes tiburones que recorren como zombis estanques que simulan su ambiente natural. Y en la arena del circo los elefantes hacen el ridículo; los chimpancés montan en bicicleta; tigres y leones saltan mientras reciben latigazos; y algunos perros visten tutú y danzan con ademanes afeminados. Después de conocer el tipo de vida que llevan estos improvisados artistas, se pregunta uno a quién se le ocurrió decir que el hombre es el único animal racional.
La prueba reina de que un circo no requiere de este tipo de atracciones es el canadiense Circo del sol, donde la única materia prima son la expresión corporal y la capacidad del ser humano para efectuar malabares y shows de todo tipo. De manera que apoyo a nuestros vecinos pereiranos cuando se niegan a entregar al inocente orejón para que lo maltraten, aunque les recuerdo que su zoológico tampoco cumple con los espacios requeridos para que los animales tengan una existencia digna y menos traumática.
Resulta que hace unos años el Circo Hermanos Gasca le entregó al zoológico de Pereira una elefanta porque se encontraba enferma, e imagino que estaban más encartados que el patas con ese animal. Porque uno puede cargar con un perro apestao o una gallina con moquillo, pero con semejante mastodonte estornudando no lidia ni el más guapo. El caso es que fue tanto el alivio del animal que tiempo después dio a luz al primer elefantico que nace en cautiverio en nuestro país.
Como era de esperarse, las gentes de Risaralda y todos quienes visitamos de vez en cuando el zoológico nos regocijamos con el hecho, y el pequeño paquidermo se convirtió en la mascota preferida de propios y extraños. Los niños felices gritándole al pequeño trompón, mientras los adultos se empeñan en tirarle chitos, papitas fritas y cuanta porquería tragan mientras recorren el recinto, ignorando la recomendación de las autoridades del parque que prohíben rotundamente compartir cualquier tipo de alimento con los ejemplares allí exhibidos. Porque eso sí es gustarnos a los colombianos hacer todo lo que no se debe.
El problema es que hace unos días la compañía circense visitó de nuevo la ciudad y procedió a reclamar el elefantico dizque porque les pertenece, y que deben aprovechar ahora que es un cachorro porque les cae de perlas para adiestrarlo y ponerlo a hacer monerías en su caduco espectáculo. Entonces los cibernautas que emprendieron la cruzada invitan a sus contactos a visitar algunos links donde puede verse la crueldad con que enseñan, a punta de garrote, a sus animales para que obedezcan y representen los patéticos shows. Basta con ingresar a Youtube y buscar el video que se refiere al maltrato que ellos infligen a los animales. Después de verlo queda uno estupefacto; mejor dicho, aterrado, verraco, ofendido, triste, escandalizado y seguro de que nunca más asiste a un circo que anuncie animales en su presentación. Hay que mostrarles a los niños semejante aberración, para que no empiecen a joder con la cantaleta que los lleven a disfrutar de cualquier circo pichurrio que visite la ciudad; seguro que así muchos papás se pueden salvar de ese programa tan jarto, además de que concientizan a sus retoños de una práctica detestable y mandada a recoger.
Lo que sí me pareció es que le faltó imaginación al encargado de bautizar al popular cachorro, porque lo llamó Zimbabue. Tengo la idea que el elefante macho del zoológico resultó de la repartición de ejemplares realizada cuando desmantelaron la colección que tenía el tristemente famoso Pablo Escobar en su hacienda Nápoles, y me late que es el papá del pequeño paquidermo. Con un poco de imaginación lo podía haber llamado Patroncito, Orejas, Traquetín o El Trompón. Y que tengan mucho cuidado con ese pequeño cuadrúpedo, porque el taita ya ensartó con los colmillos a un veterinario que le dio papaya. Es que el que entre la miel anda…
Definitivamente si los seres humanos tuviéramos dos dedos de frente ya habríamos erradicado los zoológicos, acuarios gigantes y demás espectáculos donde utilicen animales. Cómo así que para que nosotros nos distraigamos un rato es necesario tener todo tipo de especies confinadas en recintos estrechos y deprimentes. Cambiarle a un león las inmensas llanuras africanas por unos cuantos metros cuadrados con piso de cemento; meter un oso detrás de unos barrotes en vez de disfrutar de bosques y praderas; zampar un hipopótamo en un charco diminuto; o cambiarle a unos micos las ramas y bejucos de la selva amazónica por columpios improvisados, es un crimen de lesa “animalidad”.
Y qué tal una ballena brincando en un tanque que a duras penas le permite girar; focas y pingüinos que en vez de asolearse en las playas patagónicas deben aplaudir y jugar con pelotas a cambio de una sardina; o grandes tiburones que recorren como zombis estanques que simulan su ambiente natural. Y en la arena del circo los elefantes hacen el ridículo; los chimpancés montan en bicicleta; tigres y leones saltan mientras reciben latigazos; y algunos perros visten tutú y danzan con ademanes afeminados. Después de conocer el tipo de vida que llevan estos improvisados artistas, se pregunta uno a quién se le ocurrió decir que el hombre es el único animal racional.
La prueba reina de que un circo no requiere de este tipo de atracciones es el canadiense Circo del sol, donde la única materia prima son la expresión corporal y la capacidad del ser humano para efectuar malabares y shows de todo tipo. De manera que apoyo a nuestros vecinos pereiranos cuando se niegan a entregar al inocente orejón para que lo maltraten, aunque les recuerdo que su zoológico tampoco cumple con los espacios requeridos para que los animales tengan una existencia digna y menos traumática.
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