Después del esfuerzo que hizo nuestro gobierno para que la Cumbre de las Américas fuera un éxito, de lograr que Obama pernoctara dos noches en Cartagena, que el Presidente Santos y Mariángela consiguieron minimizar el escándalo por la no asistencia de Cuba, y que el tonto hermoso de Ecuador no logró el protagonismo que buscaba por su negativa a participar, todo el show se lo robó el desliz de unos agentes del servicio secreto que quisieron echarse una canita al aire durante su periplo caribeño. El escándalo mediático de las fufurufas criollas ni siquiera fue opacado por las patadas de ahogado del chafarote vecino, quien quiso desviar la atención del pueblo venezolano para que no se percate de que anda en las últimas; dizque él no le jalaba a reunirse con Barack, cuando en realidad sus médicos le aconsejaron hospitalizarse de urgencia.
El caso es que ahora los más importantes medios de comunicación del mundo, andan detrás de cualquier pista que ayude a aclarar lo que pasó en el Hotel Caribe entre los agentes especiales y las furtivas damas que metieron a sus habitaciones. Pues yo también me puse en la tarea de investigar y logré tener acceso a algunas pesquisas que se adelantan, como intervenciones telefónicas, entrevistas con algunos protagonistas, testigos presenciales y demás involucrados. Para la muestra empiezo con una llamada que les chuzaron a dos viejas de esas cuando comentaban el suceso unos días después:
-Aló/ Quiubo Yeny, como amanecites querida/ Ole parcera, cuente a ver qué hay pa´hacer/ No mamita, después de ese escándalo que armó usté en ese hotel me tocó abrirme por unos días, porque le cuento pues que se calentó la plaza/ Me importa un chocho mija, yo no me voy a dejar conejiar de un gringo de esos; podrá ser muy importante o lo que quiera, pero a mí nadie me tumba/ Pues sí, tenés razón Yeny, pero nos hubieras avisado y seguro que entre todas te ayudamos/ Vea Sandra, la verdá es que yo estaba más trabada que el patas. Eso pirobos hicieron un revoltijo de trago con pepas, maracahcafa y perico que le digo pues que me mandó pa la luna. Además el calvo que me tocó, aunque feito, parecía un conejo pa tirar. Qué forma de meter riñones; con decirle que me dejó en carne viva por allá/ Todas salimos igual, querida, esos rambos descaderan una vaca. Y vi en la televisión quisque nosotras les íbamos a meter unos micrófonos, cuando los únicos micrófonos de la noche los pusieron ellos. En todo caso pilas mija, que nos andan buscando; mejor te vas pa otra ciudad mientras se calma la vaina/ Listo parcera, entonces aprovecho pa ir a darle vuelta a la cucha a Medallo. Chaito pues.
También conseguí fragmentos de la declaración de un taxista:
-Ajá cuadro, yo recogí a doj hembrita que salían del hotel como a laj nueve de la mañana. Estaban buena, pa qué. Apena se montaron al carro pidieron que lej pusiera champeta y armaron severa rumba. Te digo pué que andaban volando y todo el recorrido no hicieron sino hablar cagá. Comentaban del zaperoco que le armaron a unoj gringo porque no lej querían pagá, y ademá hablaban de una orgía la má tesa que se formó en ese hotel. Eja vaina como que ejtuvo de alquilá balcón. Yo laj pistiaba por el retrovisó y ellaj contaban dólare, fumaban mariguana y decían una vulgaridade que hacen poné colorao a sataná. Laj dejé en un metedero en el centro y te digo pué que tenían cuerda pa rato. Ajá, hajta me provocó quedame.
Esto dijo un botones boyaco que estaba de turno cuando sucedieron los hechos:
-Fíjese su mercé que ellos dentraron con las damas de gancho y uno qué les iba a decir; qué tal que fueran las esposas o las novias. Unas muchachas lo más elegantes y distinguidas, y como yo apenas estoy en periodo de prueba, qué iba a saber que son guarichas. El caso es que a eso de las cinco de la mañana se apareció una vieja de esas en el lobby y armó un bochinche el jijuemama; estaba medio viringa y gritaba que si lo le pagaban iba a cobrarle a Obama o a Santos. Mentaba madres y pegaba unos berridos espantosos, y aunque las otras trataban de calmarla, decía que ni por el… usté entiende. Que pa darles clavo toda la noche sí estaban listos, pero que a la hora de pagar se hacían los gringos. Hasta chistosa la boba esa. El caso fue que nos tocó llamar a seguridá y esos manes la sacaron a los empujones. Después aparecían gringos y viejas por todas partes, alegaban, se reían, algunos les mandaban la mano y varias parejas hasta se volvieron pa la pieza. Ni pa qué le cuento más…
Ahí está pintada la prensa: amarillismo y morbo es lo que vende. Armar semejante lío por algo que debe haber pasado miles de veces, pero que en esta ocasión se supo por casualidad. Y ahora quieren estigmatizar a Cartagena, como si fuera la única ciudad del mundo donde suceden estas cosas. A un huésped en Ciudad del Vaticano, si tiene con qué pagar, le consiguen lo que quiera. Como dice un amigo: Putas hay, lo que no hay es plata. pamear@telmex.net.co
martes, abril 24, 2012
miércoles, abril 18, 2012
Turismo en pañales.
Pasan los años, pasan alcaldes, gobernadores, dirigentes cívicos y gremiales, pasan las generaciones y nuestra región sigue en pañales en cuanto a turismo se refiere. En las últimas décadas el Eje cafetero se impuso como destino turístico y llegó a ocupar el segundo lugar en el país después de la costa atlántica, pero la desidia general dejó pasar la oportunidad de posicionar a nuestro departamento en tan importante renglón de la economía. Con la inauguración en 1995 del Parque del café, en Montenegro (Quindío), los ojos del país se volvieron hacia el viejo Caldas y descubrieron una tierra hermosa y acogedora, ideal para disfrutar en puentes festivos y vacaciones.
Debemos reconocer que nunca aprovechamos esa coyuntura y aunque en un principio hubo entusiasmo para convertir haciendas y casas de veraneo en hoteles, acondicionar otras para alquilarlas y adelantar proyectos de turismo en diferentes zonas rurales, todo quedó en palabrería y actualmente son escasos los sitios que pueden ofrecerse al mercado turístico. Aunque las comparaciones son odiosas, vale la pena navegar en internet y ver cómo promocionan sus atractivos y las variables que ofrecen los departamentos vecinos, y luego mirar lo que hay respecto a Caldas. Un enlace dice que Manizales es una ciudad de 986.740 habitantes, cuando en el reporte del DANE de 2011no llega al medio millón. Luego se refiere a nuestro departamento, creado en 1905 por el presidente Rafael Reyes: “El departamento de Caldas fue fundado por J. Osorio en 1849”. En ese punto me desanimé y dejé de escarbar.
De verdad es penoso recorrer con un foráneo nuestros atractivos turísticos. La carretera que conduce al Parque de los nevados está plagada de derrumbes y chorriaderos, y al llegar a la Esperanza y querer entrar al baño o tomarse un refrigerio en el parador recientemente inaugurado, se encuentra con que está cerrado sin ninguna explicación; inaudito que después de semejante inversión no haya voluntad política para ponerlo a funcionar. La ruta sigue en buenas condiciones, con un paisaje único y arrobador, hasta llegar a la entrada del parque donde casi siempre hay congestión para ingresar. Ahí comienza un recorrido alucinante que nos lleva hasta donde quedaba el antiguo refugio, el cual después de más de 25 años no ha sido reemplazado y en su lugar hay una caseta provisional que da grima. Allí la carta del restaurante es muy variada: aguapanela con queso y arepa con mantequilla.
Nunca fue posible que le metieran mano a los Termales del Ruiz; qué desperdicio. Hoy la carretera es una trocha sólo apta para vehículos de doble tracción y el vetusto edificio no se ha caído de puro milagro. Queda la opción del nuevo parque termal ubicado en El Otoño, aunque me pregunto por qué no atrae suficientes visitantes de otros municipios y departamentos como sucede con los de Santa Rosa de Cabal, donde los fines de semana no encuentran dónde parquear la cantidad de buses y demás transportes que llegan hasta allí.
El Parque los Yarumos no despega a pesar de su temática ecológica y de algunos deportes extremos, tan de moda entre la juventud. Se hizo una millonaria inversión para solucionarle el problema del transporte, con el cable aéreo, y sin embargo sus instalaciones no convencen por la pobre oferta gastronómica y la falta de un ambiente acogedor. Qué tal si después de las seis de la tarde lo voltean para la rumba y atraen así a tantas personas que ya no caben en las inmediaciones del Parque del Cable. Bares y restaurantes, en semejante sitio tan espectacular, donde los clientes puedan tomarse unos tragos con tranquilidad porque tienen el transporte de regreso asegurado, por lo menos hasta un sitio donde fácilmente encuentran taxi.
En cambio el Recinto del pensamiento, que por fortuna no depende del manejo oficial, saca la cara por la región y ofrece al turista un lugar mágico y acogedor. La zona de Santágueda, el 41, El Rosario, los alrededores de Chinchiná y Palestina, etc., deberían estar plagados de opciones de alojamiento, pero no es así. En parte, porque la malla vial está destruida y además no existen ayudas oficiales para quien quiera hacer inversión turística. Hace poco visité esa joya arquitectónica que es Salamina, un domingo después de medio día, y parecía un pueblo fantasma: ni un alma en las calles, puertas y ventanas cerradas, sin un lugar dónde tomarse un tinto.
En Manizales uno lleva el turista a Chipre (sin subir al mirador porque también está cerrado), luego recorre el centro y su arquitectura republicana, la catedral y a las dos horas está de regreso en casa. La ciudad es bella, agradable y acogedora, pero carece de atractivos turísticos. El Festival de teatro, que atraía personalidades del mundo entero y era noticia en los medios nacionales, ahora pasa desapercibido hasta para la mayoría de lugareños. La exposición equina no es ni sombra de lo que fue, cuando parecía una feria de mitaca por la calidad y cantidad de participantes, además de los muchos visitantes. Nos queda la feria anual que tiene al invierno como su peor enemigo, aparte del negro futuro que enfrenta la tauromaquia. A ver qué vamos a inventar cuando los toros desaparezcan por gracia de sus enemigos, los altos costos y la falta de aficionados. De pronto los enanitos toreros…
pamear@telmex.net.co
Debemos reconocer que nunca aprovechamos esa coyuntura y aunque en un principio hubo entusiasmo para convertir haciendas y casas de veraneo en hoteles, acondicionar otras para alquilarlas y adelantar proyectos de turismo en diferentes zonas rurales, todo quedó en palabrería y actualmente son escasos los sitios que pueden ofrecerse al mercado turístico. Aunque las comparaciones son odiosas, vale la pena navegar en internet y ver cómo promocionan sus atractivos y las variables que ofrecen los departamentos vecinos, y luego mirar lo que hay respecto a Caldas. Un enlace dice que Manizales es una ciudad de 986.740 habitantes, cuando en el reporte del DANE de 2011no llega al medio millón. Luego se refiere a nuestro departamento, creado en 1905 por el presidente Rafael Reyes: “El departamento de Caldas fue fundado por J. Osorio en 1849”. En ese punto me desanimé y dejé de escarbar.
De verdad es penoso recorrer con un foráneo nuestros atractivos turísticos. La carretera que conduce al Parque de los nevados está plagada de derrumbes y chorriaderos, y al llegar a la Esperanza y querer entrar al baño o tomarse un refrigerio en el parador recientemente inaugurado, se encuentra con que está cerrado sin ninguna explicación; inaudito que después de semejante inversión no haya voluntad política para ponerlo a funcionar. La ruta sigue en buenas condiciones, con un paisaje único y arrobador, hasta llegar a la entrada del parque donde casi siempre hay congestión para ingresar. Ahí comienza un recorrido alucinante que nos lleva hasta donde quedaba el antiguo refugio, el cual después de más de 25 años no ha sido reemplazado y en su lugar hay una caseta provisional que da grima. Allí la carta del restaurante es muy variada: aguapanela con queso y arepa con mantequilla.
Nunca fue posible que le metieran mano a los Termales del Ruiz; qué desperdicio. Hoy la carretera es una trocha sólo apta para vehículos de doble tracción y el vetusto edificio no se ha caído de puro milagro. Queda la opción del nuevo parque termal ubicado en El Otoño, aunque me pregunto por qué no atrae suficientes visitantes de otros municipios y departamentos como sucede con los de Santa Rosa de Cabal, donde los fines de semana no encuentran dónde parquear la cantidad de buses y demás transportes que llegan hasta allí.
El Parque los Yarumos no despega a pesar de su temática ecológica y de algunos deportes extremos, tan de moda entre la juventud. Se hizo una millonaria inversión para solucionarle el problema del transporte, con el cable aéreo, y sin embargo sus instalaciones no convencen por la pobre oferta gastronómica y la falta de un ambiente acogedor. Qué tal si después de las seis de la tarde lo voltean para la rumba y atraen así a tantas personas que ya no caben en las inmediaciones del Parque del Cable. Bares y restaurantes, en semejante sitio tan espectacular, donde los clientes puedan tomarse unos tragos con tranquilidad porque tienen el transporte de regreso asegurado, por lo menos hasta un sitio donde fácilmente encuentran taxi.
En cambio el Recinto del pensamiento, que por fortuna no depende del manejo oficial, saca la cara por la región y ofrece al turista un lugar mágico y acogedor. La zona de Santágueda, el 41, El Rosario, los alrededores de Chinchiná y Palestina, etc., deberían estar plagados de opciones de alojamiento, pero no es así. En parte, porque la malla vial está destruida y además no existen ayudas oficiales para quien quiera hacer inversión turística. Hace poco visité esa joya arquitectónica que es Salamina, un domingo después de medio día, y parecía un pueblo fantasma: ni un alma en las calles, puertas y ventanas cerradas, sin un lugar dónde tomarse un tinto.
En Manizales uno lleva el turista a Chipre (sin subir al mirador porque también está cerrado), luego recorre el centro y su arquitectura republicana, la catedral y a las dos horas está de regreso en casa. La ciudad es bella, agradable y acogedora, pero carece de atractivos turísticos. El Festival de teatro, que atraía personalidades del mundo entero y era noticia en los medios nacionales, ahora pasa desapercibido hasta para la mayoría de lugareños. La exposición equina no es ni sombra de lo que fue, cuando parecía una feria de mitaca por la calidad y cantidad de participantes, además de los muchos visitantes. Nos queda la feria anual que tiene al invierno como su peor enemigo, aparte del negro futuro que enfrenta la tauromaquia. A ver qué vamos a inventar cuando los toros desaparezcan por gracia de sus enemigos, los altos costos y la falta de aficionados. De pronto los enanitos toreros…
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