Soy de los que piensa que a todo cuento hay que oírle las dos versiones. Porque acostumbramos escuchar una sola y salimos a despotricar de la contraparte sin darle la oportunidad de revirar, y es por ello que muchas veces debemos cambiar un juicio apresurado. Como cuando se daña un matrimonio y nos enteramos del hecho por boca del más allegado a nosotros, pero al oír la otra versión debemos aceptar que también esgrime argumentos válidos; claro que uno siempre termina dándole la razón al más cercano a sus afectos.
Por ello resolví leer el libro La puta de Babilonia del escritor Fernando Vallejo, porque aunque soy católico desde que estoy en el vientre materno, quiero enterarme de la versión de alguien que, como el irreverente escritor paisa, le saca los trapos al sol a la iglesia regida por Roma. Casi todos los seres humanos, al nacer, ya están matriculados en la religión que profesan sus mayores y la comunidad a la que pertenecen, sin darle al individuo la oportunidad de opinar ni escoger. Lo prudente sería instruir a las personas durante su educación acerca de las religiones más relevantes, sus cultos, costumbres, creencias, principios y dogmas de fe, para que cada uno resuelva en cual se hace anotar cuando tenga poder de decisión.
Que tal explicar durante la catequesis que las diferentes religiones coinciden en muchas cosas, y advertir además que la mayoría son más antiguas que la católica. Al menos yo me vengo a enterar apenas ahora de que el mismo 25 de diciembre nacieron de una virgen, y en un pesebre, Atis, Buda, Krishna, Horus y Zaratustra. A Mitra, además de las anteriores coincidencias, lo visitaron unos pastores y le llevaron regalos; tuvo doce apóstoles y pronunció un sermón de la montaña, fue llamado el Mesías y también resucitó. Atis murió por redimir la humanidad y resucitó al tercer día. A Buda lo bautizaron ante la presencia del espíritu santo, a los 12 años enseñó en el templo, curó enfermos, caminó sobre el agua y multiplicó unos biscochos para alimentar a 500 parroquianos. A Dionisio lo llamaron rey de reyes, salvador, redentor, hijo del hombre, cordero de dios y la palabra encarnada, fue crucificado entre dos ladrones y resucitó al tercer día. Krishna era hijo de un carpintero, la estrella de oriente anunció su nacimiento y los pastores le llevaron especias de regalo.
Todos los días crece el número de creyentes que optan por tener una comunicación directa son un ser superior al que acatan y respetan, antes que rendirle pleitesía a un “intermediario” que lo único que hace es llevar razones y aprovecharse para cobrar comisión por cualquier mandado. Porque las iglesias se han lucrado de la ignorancia de sus seguidores, o del hecho de tenerlos alienados en sus filas, para dictar sus mandatos y manipular las masas, amparados en el miedo que genera la amenaza de enfrentar una vida eterna condenados al castigo y el sufrimiento.
Si uno critica a la iglesia por su forma de proceder, después de leer el libro de marras queda convencido de que su comportamiento a través de la historia ha dejado mucho que desear, y que los representantes de Dios en la tierra no merecen credibilidad ni sumisión. Basta con recordar la inquisición, las cruzadas, la lista de libros prohibidos, la venta de indulgencias, la persecución a los judíos, el sometimiento y destrucción de comunidades aborígenes, el contubernio con los nazis, la pederastia, la corrupción y las intrigas del Vaticano, para confirmar que aquí lo que sobran son santos, beatos y venerables.
La historia del papado es escandalosa y ante semejante sinvergüencería puede uno pensar que el escritor exagera, pero de ser así ya alguien lo habría desmentido. El documento encierra una investigación intensa y profunda, con datos exactos para quien dude o quiera corroborar. Desde el primer papa hasta el actual ninguno se salva de sus denuncias, con minucioso escrutinio de todas sus aberraciones, injusticias, corruptelas, manipulaciones, infamias, marrullas y conspiraciones.
Las inexactitudes existentes en los evangelios dejan muchas dudas en el lector, y el hecho de que las primeras líneas escritas acerca de la vida de Jesús datan de 200 años después de su muerte es argumento suficiente para suponer que están llenos de datos erróneos y hechos confusos; una historia trasmitida por tradición oral, ante la inexistencia de cualquier otro medio de comunicación porque los escribanos eran muy escasos, tiene que sufrir muchas transformaciones en un lapso tan extenso. Los evangelistas no le merecen al escritor ninguna credibilidad y por el contrario los señala como iletrados oportunistas y manipuladores.
Al discutir estos temas con un creyente fanático siempre nos va a salir, al sentirse acorralado ante un argumento válido, que para cualquier duda debemos recurrir a la fe. Alguien dijo que la fe es necesaria para creer en algo que no existe, y valido esa interpretación cuando por la fe católica debemos aceptar que la virgen María ascendió al cielo en cuerpo y alma. Si el Papa Juan Pablo II dijo muy claro que el cielo no existe como un lugar físico, ¿entonces por dónde deambula la Santa Madre desde hace dos mil años?
Espero que lean la segunda entrega de este escrito antes de tildarme de ateo, incrédulo, nihilista y come curas.
pmejiama1@une.net.co
5 comentarios:
No tenía idea del mito del nacimiento de los otros ... vea usted, habrá que leerlo.
Sobre el sometimiento a la iglesia ... usted que es tan observador sabrá que los de 30 y pico para abajo poco le "comemos" a la iglesia, y tengo la percepción que entre más pasa el tiempo menos adeptos tienen ... y con los escándalos de pederastia y demás, poco se ayudan.
A Patton le respondo que no creo que la iglesia perdure mas de dos o tres generaciones en el futuro. Si los jovenes no le comen cuento, los menores la ignoran.
PabloM
Muy bueno tu artículo.
A mi ese tipo me cae como una piedra pero en este libro sus datos históricos están para que quien desee los revise.
Te escribiré una larga epístola, pues me apasiona el tema de las religiones y tengo un libro en proceso de revisión, claro que con otra orientación y sobre el concepto mismo de religión y manipulación social.
Como hijo no se si debería opinar o no? jejejejeje Pero bueno desde chiquito en el colegio nunca pudieron meterme ese cuento de que entre el de arriba y uno tenía que haber intermediarios. No se si agnóstico es la palabra porque igual creo que Dios existe pero si me dicen que a que religión le como cuento respoondería que a ninguna...
Seguiré leyendo la segunda parte a cer que nos trae...
Si bien Vallejo dice muchas verdades sobre la Iglesia Católica también introduce una serie de mentiras sobre el Cristianismo. Por su odio a los cristianos Vallejo no se distingue en nada de los que lideraron algo tan horrendo como la inquisición. Ejemplo: los supuestos calcos no son tales.
La mejor forma de vender una mentira es mezclarla con verdades. Escribí sobre el tema en mi blog. Espero les interese.
http://nidodeerratas.blogspot.com/2008/04/separando-la-paja-del-trigo-de-la-puta.html
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