Ante el zaperoco formado en este país con los ventiladores que prenden a diario, los cuales salpican sin consideración de rango o nivel social, me tocó hacer un recuento de mi desempeño en esta vida a ver si debo estar mosca por algún incidente del pasado. Pero nada. Por más que echo cabeza, que revuelco en la memoria y mastico de nuevo mis andanzas, no veo razón para que me metan a algún baile de los que están de moda.
Porque mientras muchos nunca sonamos, ni siquiera pasito, otros no tienen vida a la espera de que en cualquier momento salga la noticia que se les llegó la hora. Y lo peor es que aparte del escándalo, del trauma que representa para la familia del involucrado verlo privado de su libertad, y de las implicaciones políticas y personales que acarrean estas investigaciones, la encanada es larga y tortuosa porque en nuestro país cualquier tipo de proceso demora una eternidad. Otra cosa es que así el implicado resulte, al final del asunto, libre de toda culpa, para el colombiano del común quedará señalado como un bandido, corrupto e inmoral. Porque nos gusta es la noticia amarilla, el morbo y la maledicencia.
Ahora resulta que el ex jefe de informática del DAS resolvió entregar sus declaraciones a cuentagotas, como si de una novela de misterio se tratara. Primero se llevó por los cachos a Jorge Noriega, quien fuera su jefe, y así poco a poco ha ido soltando prenda para “encochinar” a otros tantos. Claro que la más reciente andanada venía cargada pa’ tigre, porque fueron muchos los que salieron untados: ministerios, organismos descentralizados, una ex Ministra, el Procurador, el Fiscal General y algunos congresistas. Qué bueno que este tipo de personas expliquen por qué no dijeron desde un principio todo lo que sabían, lo que demuestra a las claras que en el trasfondo hay intereses que manipulan las investigaciones.
Lo que no logro entender, después de comentarlo con amigos y oír diferentes opiniones, es cómo hace el Presidente Uribe para mantener una popularidad de más del 80%, sin importar los escándalos y problemas que debe enfrentar a diario. Aparte de su sagacidad política, la cual es de admirar, la suerte siempre está de su lado. Porque es de los que caen parados. Claro que también hay que reconocerle que ante todo es frentero.
Mire ahora con esa belleza de primo, que comete la chambonada de meterse a una embajada a pedir asilo sin haber palabreado primero el asunto. Y por ese mismo primo es que ahora anda enfrascado en una pelea que no le hace bien al país. Porque si el ex Presidente de la Corte suprema de justicia dice que Uribe lo llamó para preguntarle por el proceso en contra de su pariente, y el doctor Uribe asegura que él no dijo lo que el otro dice que dijo, uno de los dos le miente al país. Y dado el cargo que ostentaban ambos personajes cuando se hizo la supuesta llamada, el hecho es de suma gravedad. Lo peor es que nos quedaremos sin saber cual de los dos es el embustero, porque mientras no exista una grabación de la conversación, será la palabra del uno contra la del otro.
A Ernesto Samper se le fue el período presidencial tratando de apagar el incendio del Proceso 8000; Andrés Pastrana dedicó todo su esfuerzo político en alcanzar un acuerdo de paz con la guerrilla y al no lograrlo, tampoco hizo nada durante su cuatrienio; y ahora Uribe, que en su primer período se desempeñó con eficacia y muy buenos resultados para el país, en este segundo se le está enredando el asunto porque a diario tiene que salir a torear un chicharrón diferente. Y los ministros y demás funcionarios del Gobierno tampoco pueden concentrarse en sus labores por defenderse ante la prensa, la oposición y los torpedos que les lanzan desde distintas direcciones.
Quién sabe ahora qué le ofrecieron a la tal Yidis Medina para que desempolve un asunto que dormía el sueño de los justos. Porque para nadie es un secreto que en su momento algo le dieron para que favoreciera una votación que definía la reelección del Presidente; como sucedió con el viejo Teodolindo, un cacique político del Valle que aseguró, al preguntarle por qué había abandonado la curul cuando su presencia era vital para la votación, que debió salir a las carreras para Cali porque un hijo se había chocado en el carro y el tenía que ir a socorrerlo; y el vástago era un guaymarón, abogado por más señas. Lo que causa gracia es que en este país todavía hay gente que cree que los congresistas votan los diferentes proyectos sin pedir nada a cambio; que les pregunten a los Ministros de Samper cómo fue la repartición cuando lograron que el Congreso no lo sacara a sombrerazos de la Presidencia.
Hecatombe la que se le viene a este Gobierno cuando más de medio Congreso esté enchiquerado en La Picota, y solo queda esperar que no inventen más maromas ni hagan propuestas indecentes para tratar de acomodar la reforma política. Sin embargo el apoyo a Uribe es arrasador, lo que desvela a opositores y contradictores que no encuentran una razón para dicha realidad. Amanecerá y veremos.
pmejiama1@une.net.co
1 comentario:
No nos digamos mentiras Pablo, pero como Uribe.......Uribe. A ese hombre le cabe Colombia en medio cerebro y el otro para toriar las bellezas de vecinos que tenemos. Hoy está en el 84,5% de aceptación y sigue subiendo. Como vós, yo tambien me hice el exámen de conciencia y creo que puedo dormir "medio" tranquilo, todo porque jugando pelota envenenada casi dejo a un amigo sirviendo para tío.
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