Es difícil erradicar una idea preconcebida de nuestra mente y necesitamos conocimientos, pruebas y ejemplos para lograr cambiar la imagen que tenemos de cualquier cosa. Por eso al oír hablar de Beirut, Sarajevo, la Franja de Gaza o Chechenia de inmediato relacionamos dichos lugares con ruinas acribilladas por disparos y explosiones, vehículos incendiados en las calles, barricadas con milicianos armados hasta los dientes y una población civil aterrorizada. De igual manera, en cualquier lugar del mundo imaginan a Medellín como la muestran los documentales y películas que han querido retratar la vida de las comunas: viviendas proletarias apiñadas en una ladera, sicarios en moto que siembran el terror, humildes familias que tratan de sobrevivir y en general un ambiente de pobreza y subdesarrollo absolutos. Lejos están de saber que dichos sectores pertenecen a una ciudad moderna y hermosa; con parques, museos, grandes edificios, zonas verdes, hoteles y centros comerciales que se comparan con los de cualquier metrópoli del mundo.
Por ello causa gran preocupación la visión que tiene la comunidad internacional respecto a los grupos guerrilleros que operan en nuestro territorio. La verdad es que la imagen del guerrillero idealista y romántico que lucha por una causa justa, y combate al tirano desalmado y totalitario, es como un genérico para todos aquellos que dedican su vida a la lucha revolucionaria. Los partisanos que hostigaron a los ejércitos en Europa; la figura del Che Guevara es reconocida y admirada por todos, y sus hazañas épicas lo convirtieron en un mártir de la historia; los tupamaros y montoneros que lucharon contra los dictadores en Uruguay y Argentina; Edén Pastora, “Comandante Cero”, quien combatió al sanguinario Somoza en Nicaragua; el Comandante Marcos, de la región de Chiapas en México, con su pasamontañas y la pipa que le da un aire de intelectual, son personajes que la historia a convertido en héroes sin distingos ni excepciones.
Mi sobrino estudia en la Universidad de Buenos Aires, que por ser gratuita acoge en sus aulas estudiantes de diferentes clases sociales, edades, colores y religiones, y el año pasado participó en un foro que trataba el tema de las fuerzas insurgentes en el continente. De tanto oír a los exponentes alabar a los miembros de la guerrilla colombiana, de admirar sus proezas y destacar su lucha contra la oligarquía, Miguel no se resistió y pidió la palabra para exponer su punto de vista, que es el de la gran mayoría de colombianos. Les habló de las pescas milagrosas, donde se llevan hasta conductores de bus y gentes del común; de las vacunas,las extorsiones y los secuestros; de las tomas a los pueblos más pobres y alejados, donde arrasan con lo que encuentran a su paso; de las minas anti persona que siembran en los campos para que humildes campesinos queden lisiados de por vida; de los soldados y policías que mantienen encerrados como animales en medio de la selva desde hace más de diez años; de las bombas en pueblos y ciudades que asesinan vilmente a inocentes ciudadanos. Porque la gran mayoría de sus atentados perjudican es a la gente del común, a los campesinos, al desprevenido transeúnte.
Pues la intervención de Miguel no fue bien recibida porque la visión preconcebida que tienen de nuestra realidad no va a cambiar con una solitaria voz en medio del desierto. Y peor ahora que en Argentina anuncian en los cines un documental que muestra a las FARC como una institución de caridad, unos ángeles redentores que luchan por mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos ; y entrevistan a los espectadores al salir de la función y todos encantados con esa maravilla de organización guerrillera. Si eso es allí no más,en un país cercano, cuál será la opinión de escandinavos, australianos,japoneses, checos, sudafricanos o israelitas. Cómo les llegará la información de distorsionada, que cuando Ingrid estaba secuestrada mostraban en los noticieros las entrevistas que hacían a los parisinos en la calle, quienes le imploraban al Presidente Uribe que liberara a esa pobre mujer, convencidos de que él la tenía confinada.
Que Chávez los apoye e insista en que no son terroristas no preocupa, porque él mismo se ha encargado de minar su credibilidad de tanto desvariar y decir pendejadas. Pero la visión errada del mundo sí es muy grave, por lo que todos debemos poner un granito de arena para tratar de cambiar esa imagen distorsionada de nuestra realidad. Y una forma fácil de colaborar es distribuir entre nuestros contactos cibernéticos en el exterior los videos, mensajes e información que recibamos en el correo electrónico acerca de las atrocidades cometidas por los grupos guerrilleros; y de una vez solicitarles que los hagan circular entre sus contactos. Seguro que así podremos contribuir en algo a minimizar esta sinrazón.
Nota: Murió el miércoles en Manizales doña Clementina Echeverry, quien con su esposo don Jaime Jaramillo engendró una prole que es sinónimo de generosidad y altruismo. Una mujer querida por todos, activa, hermosa, de porte señorial y elegante, a quien la sociedad entera va a extrañar, su familia echará de menos en todo momento y cientos de “Niños de los Andes” la van a recordar como a una madre putativa muy especial. Reciba su familia un abrazo solidario de quienes reconocemos en ellos un ejemplo de entrega y compromiso.
pmejiama1@une.net.com
2 comentarios:
Esta sería una buena oportunidad para hacer cadenas x internet y mejorar nuestra imagen...
Con la tal serie rosario tijeras, Medellín sigue siendo tela para cortar. Gracias Pablo por el piropo para nuestra hermosa ciudad. Esta claro que los farcsantes son mas acusiosos para mostrar en el extranjero su "obra humanitaria" que nuestros propios embajadores y que las agencias internacionales de prensa se preocupan más por mostrarle al mundo lo malo del gobierno Colombiano por encima de las atrocidades de la chusma
Publicar un comentario