Me pierdo muchos programas de los que ofrece la televisión por cable, porque a diferencia de la mayoría de los hombres, no tengo el vicio de estar cambiando de canal. Me encarreto con un tema y de ahí no me muevo hasta que termine. En caso de que en los espacios científicos, deportivos o históricos no haya nada llamativo, o en muchos casos están repitiendo un tema ya visto, me instalo de inmediato en uno de los canales dedicados a la gastronomía y al turismo en general. Qué cosa más provocativa y entretenida es conocer las recetas y costumbres de los diferentes rincones del planeta.
A quienes no envidio es a los que presentan los programas desde los diferentes países, porque deben aferrarse a aquel aforismo que dice que a la tierra que fueres, has lo que vieres. En muchas partes les ofrecen unas viandas deliciosas y tradicionales, pero en infinidad de casos les toca echarse a la boca unas cochinadas que producen náuseas a larga distancia. Algunos de ellos son francos, y con prudencia para no ser groseros, hacen un comentario que deja muy claro que el bocado es una porquería. A Tony Bourdain, un chef de Nueva York que abandonó su restaurante para probar los diferentes sabores del mundo, le prepararon un plato bien especial en uno de sus recorridos. En Vietnam, una familia de campesinos preparó un pato de la siguiente manera: Después de torcerle el pescuezo al animal, lo embadurnan en barro hasta formar como un balón que meten en una fogata y luego tapan con madera y ramas; pero al pato no le quitan las plumas, ni las tripas. Al cabo de varias horas sacan el bloque de tierra y lo golpean fuerte para encontrar la carne, llena de plumones y sanguinolenta, la cual además queda mugrosa y desagradable. Por donde lo mire, esa vaina no puede ser apetitosa. Luego el hombre remató con uno de los platos más costoso que existe, sopa de nido de golondrinas, y quedó enfermo varios días por ocioso y novelero.
Es triste ver como en ese tipo de programas han recorrido muchas naciones y culturas, pero nuestro país sigue excluido. Ojalá esto cambie, porque en los últimos tiempos periódicos como el New York Times y el británico The Guardian, han publicado artículos favorables a nuestro país con recomendaciones y comentarios muy positivos. Además, la más importante guía mundial de viajes, “Lonely planet”, ubicó este año a Colombia como el noveno destino turístico del mundo. No me cabe duda de que el día que vuelva la tranquilidad a estos pagos, va a tocar desalojar para que quepan los millones de turistas.
Sintonizar el gourmet.com es una delicia, porque así sean muy pocas las preparaciones que son asequibles al común de la gente, se entretiene uno y hace hambre para comerse lo de siempre: arroz con huevo, arepa y un pintadito. La mayoría de las recetas llevan ingredientes costosos o difíciles de conseguir, y la experiencia que tienen los cocineros hace que parezca muy sencillo el trabajo. Semejante habilidad, los cuchillos y electrodomésticos que tienen a mano y el formato de los programas, convierten el espacio en un momento de esparcimiento y relajación.
Estos artistas de la cocina tienen el pero que se preocupan más de que el plato quede bonito antes que sabroso; y un defecto inmenso es que sirven porciones como para un pajarito. Sin nombrar que nunca acompañan las viandas con arroz blanco. Ahora se me ocurre proponerle a las directivas del canal que hagamos un programa desde estas tierras, pero para enseñar a preparar los platos típicos de nuestro terruño, con ingredientes sencillos y baratos. Como quien dice un gourmet criollo, donde los invitados sean aquellos personajes que dominan cada tema.
Sin duda el primer plato debe ser la bandeja paisa, advirtiendo que después de consumirla deben tomar sal de frutas o van a parar al hospital. Aparte de la opípara bandeja, se recomienda aguacate, un buen pique y arepa con hogao como acompañantes; y de remate, unas brevas con queso y si es tan alentado, mazamorra con panela rallada.
Desde El Espinal, Tolima, enseñaremos cómo preparar una lechona bien deliciosa. El tamal es diferente según la zona y son famosos los de nuestra región paisa; el de la costa conocido como ayaca o pastel; y el tolimense que viene con arroz incorporado y un huevo duro de un color como de cianótico. Desde Colombia los televidentes podrán conocer la receta de la sopa de mondongo, del sancocho de gallina valluno, los frijoles con pezuña, el ajiaco, las empanadas, los chorizos de cerdo, las arepas de huevo, el sudao, el chicharrón de siete carriles, los bocadillos de guayaba, los buñuelos, el dulce de natas, la cuajada con melao y platos sencillos como unas migas acompañadas de chocolate.
El otro día después de un delicioso almuerzo en la finca, de esos que lo dejan a uno con modorra y pesadez, el Negro Peláez procedió a preparar un café con todas las de la ley; quiero decir moliendo los granos tostados y siguiendo los pasos correspondientes. Mientras todos esperábamos en la mesa conversando, el Negro comenta que ojalá el tintico nos baje un poco la llenura, porque de lo contrario podríamos morir como Cristo: de “inritación”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario