sábado, agosto 22, 2015

Reflexiones.

Tengo la percepción que al alcalde Rojas le ha ido bien, la misma que he captado entre quienes me rodean. Durante la primera etapa de su administración era común oír a la gente preguntarse qué había hecho el alcalde, refiriéndose a que no se le veía ningún resultado, pero a medida que pasó el tiempo la opinión cambió porque empezaron a notarse las obras y los programas adelantados bajo su mandato. Además me enteré de que la mayor inversión se ha hecho en los barrios populares y entre la población de los estratos bajos. Bien por eso.

No puedo referirme a resultados porque no conozco un balance de los mismos, pero así por encima quiero resaltar la cara bonita que le ha dado a la ciudad con la siembra de flores y jardines en las zonas verdes. Para mi gusto el barrio Estrella es un verdadero espectáculo. Recorrer sus calles atiborradas de hortensias a lado y lado de la vía, para desembocar siempre en el parque con su gran rotonda pletórica de esas mismas flores -rosadas, azules, blancas-, es algo digno de admirar. Ahora siembran jardineras por todas partes, en los separadores de las avenidas, en los antejardines, parques y cualquier espacio que lo permita, y en Chipre unas materas descomunales llenas de colorido y buen gusto.

La entrada a Manizales por la avenida Centenario es una maravilla y para referirme al Parque del agua me quedo sin palabras: qué derroche de belleza. Lástima señor alcalde que toda esa buena imagen que trae el visitante se pierda unos metros más adelante, en esas primeras cuadras de la avenida que baja hacia el templo de Los Agustinos. Desde que construyeron esa avenida, hace 40 años, hay unos esperpentos de edificios que producen pena ajena; sobre todo el que está poco antes del semáforo, a mano derecha, al que nunca le echaron siquiera una mano de cal. Mire a ver doctor Rojas qué puede hacer la alcaldía para mejorar ese entorno, porque es una vergüenza para la ciudad.

Ojalá quien herede el primer cargo del municipio siga con la campaña de embellecimiento, porque a este paso llegará a convertirse en un atractivo turístico más; que nos conozcan como la ciudad de las hortensias. Por cierto, entre los aspirantes a la alcaldía para las próximas elecciones de octubre está Adriana Gutiérrez, quien dejó a más de uno descontento con la noticia difundida hace unas semanas. Eso de aceptar el apoyo del Yepismo es algo difícil de asimilar, porque después de conocer la rencilla personal que han mantenido desde siempre ambas corrientes políticas no puede entenderse que ahora estén de amigos.

Como jugada política puede darle los votos necesarios para ganar, porque los tienen cautivos, pero como persona la deja muy mal parada. En qué quedó ese cuento que nos vendió durante tanto tiempo, cuando decía que Omar Yépez pertenecía al grupo de los malos mientras ella estaba del lado de los buenos. Qué falta de coherencia, qué cachetada a sus seguidores. Pero lo que más ofende es que digan que el apoyo es sin esperar retribuciones, comentario que pudieron ahorrarse porque sin duda es una burla a la inteligencia de los ciudadanos.

Por último, me pareció muy atinada la escogencia del Caldense del año 2014. Darío Gómez Jaramillo es sinónimo de civismo, emprendimiento, entrega y bonhomía. Desde el colegio se conoció su liderazgo y después de prepararse en el exterior, algo poco común en esa época, regresó a la ciudad para seguir una carrera de empresario que ha sido ejemplar. Merecido homenaje a quien ha dado tanto a nuestro terruño.

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