Gravísimo lo que sucede en el país
con la polarización que vivimos entre aquellos que rechazan el proceso de paz y
quienes seguimos pegados a la esperanza de ver firmado un arreglo que satisfaga
a todos. Claro que después viene el post conflicto, mucho más demorado y con
miles de complicaciones, pero al menos se acallarán los fusiles y en el
territorio nacional la violencia rebajará ostensiblemente.
Así nuestras fuerzas militares podrán
dedicarse a combatir a las mal llamadas bandas criminales, que son grupos
paramilitares que brotan como serpientes en la cabeza de la Medusa. Sin embargo,
el ambiente no se presta para adelantar las negociaciones porque la actitud de
la mayoría es negativa y pocos quieren oír razones; son escasas las personas que
pueden hablar del asunto con conocimiento de causa y lo común es que la gente
opine, denigre, critique, vocifere y reniegue sin bases ni argumentos, basados
solo en chismes y rumores.
Un gran porcentaje de la sección de
opinión en periódicos, revistas, blogs y demás publicaciones está dedicado al
tema de las conversaciones de paz, y muchos columnistas llevan años machacando
el tema hasta volverse repetitivos y pesados; trabajoso es encontrar uno
mesurado y ecuánime que nos guíe e informe. Congresistas, políticos y miembros
del gobierno tratan el asunto según les convenga y cuando dan declaraciones
ante las cámaras, puede quitarse el volumen porque ya se sabe lo que van a decir.
Resolví que no discuto acerca del
tema sino con personas que defiendan su postura pero además oigan al
interlocutor, que sean racionales y basen sus opiniones en análisis serios;
nada de que supe, se dice, supongo... La mayoría asemejan borregos que siguen
al cencerro con obediencia y obstinación.
***
En las goteras de Chinchiná hay un
elefantico blanco (porque el elefante mayor está ahí cerca). Da grima verlo.
Unos metros después de Hosterías del café, en la vía hacia el Alto de Curazao,
construyeron una doble calzada de unos 500 metros que suspendieron debido a que
hace parte del proyecto del Aeropalestina y esa obra está muy embolatada. En
esa doble calzada instalaron un puente peatonal moderno y funcional, bajo el
cual obligan a los vehículos a pasar para regresar unos metros más adelante,
después de girar en U, donde conecta de nuevo con la carretera. Por ahí no
transita nadie a pie, no hay casas ni otro tipo de edificación. Nada, solo cafetales
a lado y lado. En cuántos lugares del país claman por un puentecito peatonal y
este languidece sin estrenar. ¡No hay derecho!
***
Tranquiliza saber que al menos por
ahora los cajeros automáticos no entregarán billetes de $100 mil. Porque yo sí
le digo la encartada que nos vamos a meter con esos ‘Lleras’, pues si ahora es
complicado pagar ciertas cosas con uno de $50 mil, la nueva denominación no
servirá sino para comprar el mercado, echar gasolina, pagar el peaje o comprar
remedios, los cuales generalmente no bajan de $80 mil.
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